Aunque solo van tres jornadas el Cesena se está consolidando como la revelación en la Lega Calcio – Serie A y posiblemente en global de todas las ligas de alto “standing” de Europa. Y es que ahora mismo los recién ascendidos a la máxima categoría italiana son líderes (junto al Inter de Milan), pero si estos 7 puntos de 9 hubiesen sido conseguidos ante equipos modesto no sería tan grande la noticia como lo es cuando observas que, en la primera jornada de liga empataron a 0 en el Olímpico de Roma y que en la segunda jornada ganaron 2-0 en casa al ‘super Milan’ de Ronaldinho, Pato, Ibra, etc. Catania-Cesena, el siguiente duelo. Bogdani Erdon, el albanés de 33 años, es de los más culpables puesto que lleva dos goles, uno ante el Milan y otro ante el Lecce en la última victoria por 1-0.
El equipo del noreste de Italia sigue con los pies en el suelo ya que es un modesto rodeado por gigantes. “Si, frené a Ronaldinho hace dos semanas, pero no tuvo su mejor día“, declaró Ceccarelli, miembro de una defensa que aún no ha encajado goles esta temporada. Esto es un sueño hecho realidad, hacía 35 años que el Cesena no encabezaba la Serie A y la moral está alta. Pero tenemos que seguir trabajando duro porque si bajamos el ritmo empezaremos a perder”.
Comparte el punto de vista Ficcadenti, que frenó la euforia tras la victoria ante el Milan declarando que su equipo aún necesita “36 puntos para evitar el descenso“. Tras su victoria ante el Lecce a pesar de jugar durante una hora con diez hombres, esa opinión sigue intacta. “Me preocupan los puntos, no la clasificación“, declaró el técnico de 42 años. “Estamos viviendo situaciones que nunca podríamos haber imaginado, sobre todo por los cuatro puntos logrados contra Roma y Milan. Hemos trabajado bien y merecemos estar donde estamos. El club ha sido valiente, confiando en jugadores descartados por otros equipos“, aseguró el técnico.
Es una alegría ver a equipos recién ascendidos plantadole cara a los grandes y dándoles en las narices, haciendo ver que son más vulnerables de lo que aparentan. Por estas cosas gritamos: ¡Cesena de mi vida!