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SÍ | NO | |
Juan Carlos González | Enmanuel Ramiro | |
¿Cómo no va a ser determinante el clásico? Siempre ha marcado un antes y un después en el devenir de la Liga. Sin ir más lejos, ahí tienes el ejemplo del año pasado. Si no llega a ser por la moral que cogieron los madridistas después del partido del Camp Nou, la flor de Capello se hubiese marchitado. Además, que ya se ven por las calles los piques sanos entre los aficionados blancos y azulgranas. Ya se respira el ambiente previo a los grandes clásicos, seguro que no nos defraudan los jugadores. Y por supuesto que va a ser determinante, gane quien gane, o incluso si empatan. Si gana el Barça, se queda a un solo punto del Madrid, y recuperará la confianza (y la conexión con la afición), además de dejar de lado las polémicas con ovejas negras y demás pamplinas. En caso de victoria azulgrana, volverá a apretarse la cabeza, y los dos grandes lucharán codo con codo. Y en caso de empate, la vida sigue igual. Cuatro puntos de distancia entre Madrid y Barça, pero que depende de cómo se desarrolle el partido dará más moral a unos o a otros. No te olvides que el año pasado también empataron a 3, y salió el Madrid a 7 puntos. Si la victoria cae del lado madridista, los blancos se irán a siete puntos del Barça. Claro que no será una distancia definitiva (me vuelvo a remitir al caso del año pasado), pero puede dejar muy tocada a la plantilla azulgrana, e incluso, no descarto que se tomaran medidas urgentes –como puede ser la marcha de Ronaldinho, o incluso de Rijkaard-. Así que claro que la emoción del clásico estará presente y será determinante. Se juegan muchas cosas, como siempre en un clásico: el Barça puede entrar en una profunda crisis interna y el Madrid irse a una distancia más que cómoda; o el Barça puede volver a la lucha por el título y el Madrid bajar de la nube en la que le ha colocado Schuster. |
Me sorprende que un hombre de ciencias como tú sea tan tajante. Como buen conocedor de los números, deberías reconocer que cuatro puntos no son nada, y que tampoco lo serían siete, en caso de que el Madrid se llevara la victoria del Camp Nou. No hablemos ya si pierde. Las distancias se reducirían hasta lo mínimo, pero todo seguiría igual. Madrid primero, Barça segundo. A estas alturas, y con todo lo que queda por delante el clásico de nuestro fútbol no es determinante, ni mucho menos. La victoria, simplemente, será un espaldarazo moral para quien la consiga, el viento le soplará a favor al menos hasta el año que viene, y despedirá el 2007 con un buen sabor de boca. Pero más allá de ahí, todo es humo y fuegos de artificio. Además veo que olvidas pronto. El Madrid salió el año pasado del Camp Nou con siete puntos de desventaja sobre los azulgranas, y te recuerdo que la Liga no terminó cogiendo el ‘Puente Aéreo’ para reposar en las vitrinas culés precisamente. Entonces quedaban un tercio de la competición. Tras el clásico del domingo todavía restará más de la mitad del campeonato. Así que, atendiendo a la experiencia, conocedores de las vueltas que da el mundo del fútbol, lo del próximo domingo será un partido especial, de máxima rivalidad entre los dos principales equipos de nuestro país, que nos concentrará a todos delante del televisor. Pero luego, habrá dos semanas por delante sin fútbol, en las que las conclusiones y consecuencias del derbi se apaciguarán y se difuminarán con dimes y diretes. Tras esas dos semanas ya ‘casi’ nadie se acordará del derbi. Porque el 23 de diciembre lo único que Barça y Madrid se juegan en el Camp Nou son tres puntos… y la sorna de pasar dos semanas ‘picando’ al eterno rival. |