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SÍ | NO | |
Juan Carlos González | Emmanuel Ramiro | |
No digas de esta agua no beberé. Ojalá no pase nada, ojalá no se comunique por ósmosis la violencia del país italiano, pero más vale prevenir que curar, porque nunca sabes a quién dejas dormir en tu casa. En España no estamos libres de hechos de violencia relacionados con el fútbol. Lamentablemente ha habido muertos (un niño en el viejo Sarriá, Aitor Zabaleta en las inmediaciones del Vicente Calderón…), enfrentamientos entre aficionados violentos y la Policía, e incluso palizas dentro de los estadios a guardas de seguridad por individuos que se hacen llamar ‘ultras’. No podemos presumir de ser el país modélico en cuanto a prevenir la violencia relacionada con el fútbol. Así, los incidentes ocurridos el pasado fin de semana en Italia podrían haberse producido perfectamente en España. Porque no nos debemos dejar engañar, sigue habiendo violencia en nuestro país, y algún día se puede volver a producir otra desgracia. |
Ni se me pasa por la imaginación que Liga Española pueda sufrir una jornada de violencia como la del pasado fin de semana en Italia. Aquí también existen ultras, eso no se puede negar, que en ocasiones pueden llegar a ser igual de violentos como los italianos, pero creo que nuestra cultura futbolística es diferente. Las pasiones, las emociones tienen un cariz más futbolero, más deportivo. El fútbol aquí se vive como una fiesta, como una excusa para pasar un buen rato y divertirse con los amigos, por algo nos llaman el “Brasil de Europa”. Y España en este sentido también está más avanzada que Italia. La seguridad en los estadios españoles es mayor (sólo hay que recordar el parón liguero de la pasada campaña por la escasa seguridad de los terrenos de juegos), los hinchas del equipo visitante suelen estar controlados por la policía, entran y salen del estadio con fuertes medidas de seguridad, etc. |
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Bien es cierto que las autoridades de nuestro país están trabajando codo con codo para controlar a los aficionados violentos y evitar incidentes: retienen a unos aficionados como perros hambrientos mientras entran en el campo los seguidores del equipo rival. Sin embargo, seguimos viendo autobuses apedreados. Y a Dios gracias que se queda sólo en eso, porque el día que algún objeto con trayectoria perdida alcance el centro de la diana, habrá lío y habrá lamentos. Y también me plantean muchas dudas las medidas de seguridad a la entrada de los estadios, ya que prácticamente puedes acceder con cualquier cosa a utilizar según funcione el cerebro de cada uno. Los clubes no pueden lavarse las manos y deben colaborar tanto dentro como fuera de lo que ocurre en sus recintos, no me vale “lo que pase fuera de mi casa no me importa”. Y espero de corazón que tengas razón y no se den estos casos de violencia ni en España ni en ningún sitio. D. E. P. Gabriele Sandri. |
Por otro lado, los organismos futbolísticos y la propia Federación Española se ha mostrado siempre sensible con clubes y aficionados cuando la tragedia ha sacudido nuestro fútbol. En esto también les llevamos ventaja a los italianos. Su Federación –incomprensiblemente- no suspendió de manera inminente todos los partidos de la Serie A y B tras conocer la muerte del hincha del Lazio. Y eso caldeó aún más el ambiente. En situaciones como ésta, todos, federación, aficionados y clubes, deben ir de la mano, porque las vidas humanas están por encima del fútbol y del deporte. Por último, pienso que la tercera pata de todo esto son las fuerzas de seguridad del Estado, que en nuestro país trabajan codo a codo con clubes y Federación para que el espectáculo no se resienta. Los ‘carabinieri’ van por otro lado, y las consecuencias ya las conocemos todos.
D. E. P. Gabriele Sandri. |