
I.De la Torre / Opinión
De verdad, cada día me cuesta más entender que pasa por la cabeza de los entrenadores con ciertas decisiones. No sabemos si son locuras transitorias que se dan porque el cargo afecta a la cabeza pero es para atarles una piedra en la pierna y tirarlos al mar en ocasiones.
Esta semana ha sido prolífica en cuanto diferentes decisiones absurdas. Empiezo por Juande, el cual ha firmado su finiquíto con el Real Madrid. Perdiendo 0-1 en el Bernabéu con el Atlético de Madrid se le ocurrió que para remonar hacía falta sacar a Michel Salgado. No tengo nada en contra del gallego pero…vaya tela.
Contra el Liverpool volvió a sacar el mísmo equipo que en el Bernabéu no hizo ni una ocasión de peligro al conjunto inglés (a lo mejor ahora si no?, pues NO). Y no solo eso sino que para remontar un 2-0 quitó a Robben (Alegando una lesión que parece ser que no era) y tardó en hacer cambios más de 25/30 minutos cuando ya se perdía por 4-0.
Y ya la gota que colma el vaso fue la decisión de Abel Resino de no sacar a uno de los mejores delanteros del momento y mejor jugador del Atlético de Madrid, Diego Forlán, alegando que el creía que no hacía falta, "no pasaba nada por reservarle de inicio", claro, así están, eliminados de la Champions League por no ser capaces de hacer un gol al Oporto.