Un negocio divertido
Víctor Pérez | Opinión
Desde que el fútbol es negocio se ha convertido en espectáculo. Se trata de vender un producto de la mejor manera posible en cualquier lugar del planeta y, en eso, los británicos nos llevan un siglo de ventaja a italianos y españoles. Y no es precisamente porque de las Islas saliera el fútbol, sino porque han sido capaces de reinventarlo como nadie.
La Premier ha llevado al máximo el binomio fútbol-negocio en un país donde la tradición está por encima de muchas cosas. El resultado no podría haber sido mejor; sus clubes triunfan en Europa y su Liga se ha convertido en la mejor y, sobre todo, en la más rentable. Los grandes magnates que se han hecho ya con la mitad de los equipos no han hecho sino acentuar este binomio que tiene su base en la proyección hacia el exterior. Así, los derechos televisivos de la Premier League se han convertido en los más caros y los más explotados al venderlos en más de 200 países, especialmente en el Medio Oriente y Asia. En total, la liga inglesa ganará en tres temporadas más de 4.100 millones de dólares.
Los resultados han demostrado que los equipos ingleses van camino de acabar por completo con la hegemonía de España e Italia, al ser más potentes y tener más dinero para fichar. Mientras que en nuestro país una docena de equipos pelea por acabar con su deuda o en Italia se lamentan por la falta de rentabilidad de las entradas a los campos, en Inglaterra no dejan de hacer caja por medio de la televisión, el merchandasing y los llenos asegurados a sus estadios cada semana, que les permite poner los precios por las nubes. El enriquecimiento al final acaba beneficiando al propio equipo que tiene más dinero para fichar y para hacer un buen equipo y si esto no es suficiente puede llegar en cualquier momento un multimillonario y hacerse con el equipo ya que siempre está a la venta. Es el éxito del sistema de Sociedades Anónimas Deportivas.
Y si todo esto fuera poco, además se han esforzado por adaptarse a esta nueva situación. Los países orientales pagan más por los partidos de la Premier porque sus partidos se juegan en el primetime de allí, mientras que en Inglaterra se aprovecha para que los hooligans lo tengan mucho más difícil para liarla al jugar a mediodía. Las giras de los equipos y el marketing que generan en esos países no dejan de redundar en más beneficios. Se trata de un producto atractivo a la vista, mucho más que el fútbol italiano o español, ya que tiende más a la espectacularidad por varios detalles. Alguno, tan pequeño e importante, como el hecho de tener unos arbitrajes menos exhaustivos para que el espectáculo no pare y el televidente no cambie de canal, al contrario que en un Madrid-Barça o en un Milán-Inter. Y la intensidad no hace más que aumentar.