La pelota suena con fuerza en los estadios de la Liga española, síntoma de que algo va mal. Demasiado cemento en las gradas, tribunas medio vacías y escasa expectación, en gran medida por el precio de las entradas y unos horarios imposibles. El fútbol español se pavonea por Europa por los éxitos de los más fuertes, pero la realidad del día a día esconde un sinfín de problemas que comienzan por lo más elemental: la Liga no enamora a casi nadie.
El porcentaje de ocupación medio de los estadios españoles no alcanza el 70 por ciento
La desazón del hincha es evidente a pesar de que se venda otra cosa, la polarización del fútbol español -con el Atlético de Simeone como loable invitado- ocupa todas las discusiones, especialmente en los medios de comunicación, sin hueco para los demás. A pesar del intenso ruido ni los grandes escapan al éxodo de las gradas, un fenómeno que no se ha producido ni en Inglaterra ni en Alemania, donde los campeonatos nacionales gozan de una salud increíble y las perspectivas a medio plazo son muy optimistas.
Inaugurado hace cinco años, el estadio de Cornellá, un recinto cuatro estrellas para la UEFA con capacidad para 40.000 personas y equipado con la última tecnología, prometía elevar el estatus del Espanyol. Pero el público no acompaña. En la última jornada de Liga, ante el Córdoba, Cornellá no llegó ni siquiera a la media entrada con 18.000 espectadores, números muy parecidos a los encuentros contra Valencia, Almería o Celta. La estampa se repite otro año más en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe, que ni siquiera alcanza los 9.000 espectadores de media en esta Liga.
Porcentaje más bajo de asistencia en un partido de Liga (Temporada 2014-15)
Porcentaje más bajo de asistencia en un partido por competición (Temporada 2014-15)
Las butacas vacías tienen mil explicaciones, una por cada hincha que se queda en casa, pero casi todos apuntan al alto precio de las entradas y abonos, especialmente si se compara el precio medio de las entradas y abonos de los estadios españoles con Inglaterra y Alemania, donde el aficionado medio tiene más poder adquisitivo. Algunos clubes han tomado nota y desde hace meses ofertan entradas más baratas de lo habitual a estudiantes, parados, jubilados o mujeres, aunque casi ninguno se resiste a disparar el precio de los billetes con la visita de los equipos grandes. La queja por los horarios se ha diluido porque la Liga ya notifica con cuatro semanas de antelación la hora exacta de cada encuentro, lo que facilita muchísimo los desplazamientos al público visitante.
El mal afecta también a los peces gordos, que sufren cada vez más para llenar sus estadios ante los equipos más humildes de la Liga. Esta misma temporada, por ejemplo, el Villarreal apenas reunió a 60.005 espectadores en el Camp Nou. Los números de la Copa del Rey no son mejores, pero a pesar de que la desertización de los campos es evidente a ojos de los aficionados la Liga tira balones fuera, exhibe un leve crecimiento en cifras totales que no reflejan el porcentaje de asistencia a los estadios y se remite a la crisis económica, piratería o la alta capacidad de los estadios cuando se cuestiona por qué el porcentaje de espectadores está tan lejos de la Premier League o Bundesliga. Y aunque la primera vuelta acabó con más hinchas en los estadios, la media de espectadores después de 25 jornadas de Liga es inferior a la de la última temporada.
El éxito del modelo alemán
En Dortmund no recuerdan una temporada tan catastrófica como la de este año, con el equipo más de un mes en posiciones de descenso y casi sin opciones reales de disputar la próxima Champions League. A pesar de los pésimos resultados la afición no ha dejado de acompañar al equipo: el Signal Iduna Park -antiguo Westfalenstadion- lidera todas las listas como el estadio con más espectadores de media. El ambiente tanto en Alemania como en Inglaterra es increíble en cualquier partido, no solo en los duelos entre los grandes, con cifras no bajan del 98% de ocupación para Manchester United, Arsenal, Chelsea, Schalke 04 o el propio Borussia Dortmund. En la Premier League ningún partido se ha jugado con menos de la mitad de las entradas vendidas, un imposible en España.
La ausencia de público en las gradas desluce el espectáculo y complica la exportación a nuevos mercados
Aunque los millones le llueven a la Premier League el ejemplo a seguir es la Bundesliga, que triunfa con una receta bien simple: estadios pequeños, cómodos, modernos y entradas a precio de saldo. Un partido del Bayern puede salir por apenas 23€ y un abono para toda la temporada por 135€. «Podríamos poner los abonos a 380€ e ingresar dos millones de euros más por las entradas, ¿pero qué son dos millones para nosotros?», reflexionaba hace tiempo el expresidente del Bayern, Uli Hoeness, que mandó un recado al resto de Europa. «No tratamos a los aficionados como vacas a las que hay que ordeñar, el fútbol debe estar al alcance de todos». Pero el modelo alemán va mucho más allá. Los socios deben ser los propietarios mayoritarios de los clubes por ley y las entradas de fútbol funcionan en casi todo el país como billetes para el transporte público los días de partido para facilitar los desplazamientos, medidas posibles gracias al saneamiento financiero de los equipos, que se reparten equitativamente los derechos de las televisiones y apuestan firmemente por la cantera.
El cemento en las gradas se multiplica en los partidos de los viernes y lunes
La Bundesliga atrae a más espectadores de media que ninguna otra liga de fútbol, y eso que -al contrario de lo que sucede en Inglaterra- todos los partidos se pueden ver por la televisión de pago. «Los clubes se han comprometido a ofrecer a los aficionados entradas asequibles, mucha comodidad y fuerte seguridad en los estadios», resume Christian Seifert, director ejecutivo del campeonato alemán. El éxito no se queda en la primera división, sino que la segunda alemana -también la inglesa- dobla en número de espectadores a la Liga Adelante, en la que ningún equipo alcanza de media el 50 por ciento de entradas vendidas.
Los estadios llenos ayudan a la exportación del producto a otros países, una batalla en la que hoy en día se juegan miles de millones: un partido sin apenas público en las gradas resulta invendible, de ahí que muchos apunten a que la competitividad beneficia a todos a largo plazo. Esa igualdad se ha conformado como parte indiscutble de la NFL, la liga de fútbol americano que atrae de media en cada partido 68.400 espectadores, muy por encima de los 47.500 de la Bundesliga o los 26.609 de la Liga, y una ocupación de los estadios que ronda el 97,5 por ciento gracias a la incertidumbre del resultado y la concentración de la temporada regular en diecisiete jornadas, con apenas ocho ocasiones para que el aficionado pueda animar a su equipo en casa.
Porcentaje medio de ocupación de los estadios por competición (2014-2015)
La hegemonía de la Premier League en los nuevos mercados
El dinero de las televisiones amenaza con romper los esquemas de la Premier League y Bundesliga. Los ingleses acaban de firmar un contrato que les asegura una posición privilegiada frente al resto de Europa durante la próxima década, pero entre las condiciones aparece la obligación de programar un mínimo de encuentros las noches de viernes y lunes, uno de los principales motivos por los que en las gradas alemanas se rechace el modelo inglés ya que todo apunta a que pasará lo mismo cuando la Bundesliga firme su nuevo contrato televisivo. El dinero manda. El experimento de jugar viernes y lunes hace tiempo que se adoptó en España sin ningún éxito: los números demuestran que las cifras de asistencia a los estadios son muy inferiores respecto a sábados y domingos. Tampoco sacan mucha tajada las televisiones con encuentros que suelen ser de segunda o tercera fila porque los primeras espadas suelen tener ya citas entre semana por las competiciones europeas. Así, apenas 14.400 espectadores acudieron el pasado lunes a Balaídos para el partido contra el Elche, por debajo de la mitad de entrada.
La Liga pierde fuelle en los nuevos mercados frente a la pujanza de la Bundesliga
Esos partidos, programados especialmente para el público americano, tienen un escaso índice de penetración. Y resulta complicado pensar que esa táctica arrebate la hegemonía a la Premier League, la única que por ahora tiene contrato con una de las grandes cadenas de Estados Unidos (NBC). El panorama para la Liga tampoco parece mucho más alentador en el mercado asiático. Allí también manda el fútbol inglés, en parte porque desembarcó allí hace casi dos décadas y en buena medida porque los horarios se ajustan más a los gustos del público.
La Liga asoma con fuerza con los clásicos y últimamente con el derbi madrileño, pero en el día a día no hay color. Y para colmo la Bundesliga avanza posiciones. «Para nosotros el 2015 será un año asiático. Seguiremos trabajando en Estados Unidos como un mercado importante, pero viraremos nuestro foco relativamente pronto hacia China», comentaba hace tiempo Joerg Wacker, jefe de relaciones internacionales del Bayern de Múnich. Los clubes españoles pelean por el mercado chino desde hace años y varios han logrado acuerdos comerciales con empresas de allí, pero el papel de la Liga como institución deja que desear: es la única de las grandes europeas que ni siquiera ha abierto un perfil en Wechat, la aplicación de mensajería móvil más utilizada en China, para mantener un contacto directo con los aficionados. Enamorar al público extranjero parece una misión imposible, igual que lo empieza a ser en España.
Media de espectadores en partidos de Liga (Temporada 2014-15)
Ocupación media de los estadios por equipos (Temporada 2014-15)
Fuente: Datos obtenidos a partir de STATS, LFP, Premier League, Serie A, Ligue 1, Bundesliga, NFL, NBA, MLB
Víctor Pérez
Víctor Pérez es periodista. Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, fundó en 2001 FIFA-Champions para organizar torneos internacionales online del popular videojuego de EA Sports. Desde 2003 trabaja en el desarrollo de esta web como plataforma de información deportiva, que ha llegado a tener su propia revista interactiva, radio online y foros con una comunidad de más de 10.000 miembros. Durante los últimos tres años ha trabajado en la sección de deportes del diario ABC
Pingback: FIFAChampions.com – El PSG, el equipo del mundo que mejor paga()