Champions League — 4 de noviembre de 2014 | 23:46

Benzema se cuela en la fiesta de Cristiano

El Real Madrid domina a un Liverpool desconocido (1-0) para sacar por la vía rápida el billete a octavos de final de la Champions League

Un texto de

jky76

Olvidados los silbidos y todas las sospechas, la parroquia blanca del Bernabéu vuelve a disfrutar rendida ante un imponente Real Madrid, que se impuso sobre el Liverpool (1-0) en un partido cómodo que a pesar del corto resultado evidenció la enorme diferencia entre ambos equipos y que, además, sirvió para que los de Ancelotti se asegurasen el billete a los octavos de final de la Champions League a las primeras de cambio. Solo faltó el gol de Cristiano Ronaldo para superar el récord de Raúl. 

El Real Madrid saborea su mejor momento, imparable tras el clásico y con una enorme superioridad en Europa. Nadie tose al equipo de Ancelotti, un conjunto completísimo que admite mil matices, tan eficaz con el balón como a la contra, siempre con sensación de peligro, nada que ver con el irreconocible Liverpool que presentó Brendan Rodgers. El técnico norirlandés ya avisó en la previa que su prioridad número uno es la Premier League, donde este sábado le espera el Chelsea de Mourinho, de ahí que dejase a Sterling, Coutinho o a un mito del fútbol continental como Steven Gerrard en el banquillo. Adam Lallana aparecía como único jugador inglés entre los titulares. Una afrenta que jamás admitiría el legendario Bill Shankly. Los campeones deben jugar como campeones. Aún asi, la afición inglesa respondió en Madrid desde el minuto uno. “We are Liverpool, la la la la la”, cantaban por muy díficil que resultara de creer incluso para el más fanático de The Kop. Un trocito de Anfield en el Bernabéu.

Ancelotti resolvió la margarita entre Isco y Bale en favor del español, en estado de gracia desde hace semanas. No defraudó. El malagueño comenzó la noche con una espléndida combinación al primer toque con Benzema y James Rodríguez que acabó en las manos de un notable Mingolet. Isco aporta una clarividencia en la zona de creación que a principios de temporada parecía huérfana con la salida de Xabi Alonso. Su trabajo en la recuperación del balón, al igual que el de James, es encomiable. Una papeleta para Carlo Ancelotti y, sin embargo, una bendición porque las diferencias del español respecto a Bale le permiten un enorme margen de maniobra para transformar el equipo en cuestión de segundos.

La alegría de Marcelo

La felicidad de este Madrid alcanza todas las líneas. La fabulosa progresión de Toni Kroos, el despertar de Luka Modric, la reaparición de Varane o el resurgimiento de un Íker Casillas que vuelve a reconocerse en el espejo dibujan un equipo temible. Pero frente al Liverpool brilló especialmente Marcelo, de nuevo ese chaval que aparece una y otra vez con el costado izquierdo. Así fue en el primer gol, cuando Isco vislumbró la incorporación del brasileño, que resolvió a la perfección con un balón al segundo palo, territorio para el remate de un nueve. Allí estaba por supuesto Karim Benzema, otro que juega con una sonrisa porque las sensaciones y, sobre todo, los números, demuestran que es un delantero de primer nivel. El francés, que lleva cinco goles en cuatro partidos, sumó su diana número 41 en la Champions League para igualar a tipos como Zlatan Ibrahimovic o Alessandro Del Piero.

El Real Madrid comenzó a economizar esfuerzos tras el gol ante un Liverpool que apenas mordió hasta bien entrada la segunda mitad, cuando Rodgers decidió meter en el césped a algunos de los titulares que había castigado con la suplencia. Hubo minutos para Gareth Bale, que mandó un balón al larguero después de otra cabalgada de Marcelo por la banda izquierda. También varias oportunidades para Cristiano Ronaldo, incapaz de acertar en una noche que parecía destinada a que el portugués engullese el récord de goles de Raúl González Blanco. En esa fiesta se coló Karim Benzema, despedido con una merecidísima ovación del público en los últimos minutos de un partido cómodo para el Real Madrid, que ya ha sacado billete para los octavos de final. La apisonadora blanca no baja el ritmo.

Víctor Pérez

Víctor Pérez es periodista. Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, fundó en 2001 FIFA-Champions para organizar torneos internacionales online del popular videojuego de EA Sports. Desde 2003 trabaja en el desarrollo de esta web como plataforma de información deportiva, que ha llegado a tener su propia revista interactiva, radio online y foros con una comunidad de más de 10.000 miembros. Durante los últimos tres años ha trabajado en la sección de deportes del diario ABC

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