Champions League — 5 de mayo de 2015 | 12:56

Un príncipe contra el imperio blanco

Marchisio gana peso en el esquema de Allegri como hombre orquesta. Su papel será determinante en la eliminatoria contra el Real Madrid

Un texto de

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Turín es una ciudad singular, primera capital de Italia y corazón de la monarquía italiana, de la casa de los Saboya que jugó un papel determinante en la unificación del país. Desde Humberto II, aquel «Re di Maggio» que apenas duró 33 días en el trono hasta el referéndum que dio paso a la república, Turín ha tenido sus propios reyes, el más importante, sin duda,  Gianni Agnelli, patrón de la Fiat durante casi 40 años y alma de la Juventus. Según la leyenda l’avvocato telefoneaba a las seis de la mañana cada día, estuviera donde estuviera, al presidente del club, Giampiero Boniperti, para sentirse un poco más cerca de su amada Juve. 

Su partido en Dortmund fue fundamental para que la Juve alcanzase las semifinales

Puede que no tenga sangre azul, como tampoco la tenía l’avvocato, pero Turín tiene ahora a su propio príncipe, un chico que se asoma a la treintena en medio de una segunda juventud, querido como pocos por la grada del reluciente estadio de una Juventus que esta noche (20:45h, TVE) reta al Real Madrid, por fin, en unas semifinales de la Champions League. Claudio Marchisio será una de las claves de la eliminatoria, cada vez más vital su aportación al esquema de Allegri. Hace unas semanas en Dortmund consiguió lo imposible: lograr que el mundo olvidara la baja de Pirlo por lesión, increíble su exhibición como mediocentro.

Marchisio lo tiene todo. Un tipo fuerte, con personalidad y una enorme visión de juego, inteligente a la hora de recuperar y también cuando se acerca al área rival, un peligro por su potente disparo desde fuera del área. En Italia le han comparado siempre con el gran Marco Tardelli, héroe inmortal para Italia por aquel imborrable gol del Bernabéu en el Mundial de España. Pero Claudio es un jugador más de equipo, un tipo al que apenas se destaca en los periódicos o en las tertulias de televisión y a la vez imprescindible para Allegri, sobre todo en esos partidos en los que no le importa ceder la iniciativa al rival, como previsiblemente sucederá en la eliminatoria contra el Real Madrid. Todos los focos apuntan, con razón, a un genio como Andrea Pirlo capaz de generar peligro casi en cualquier lugar del campo, pero las opciones de la Juventus para llegar a Berlín pasan también por el acierto de un Marchisio inspirado que acaba de alcanzar los 300 partidos con la camiseta bianconera.

Pasión en blanco y negro

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Marchisio pasó por todas las categorías de la cantera juventina

Il principino nació en Turín y se crió en la cantera de la Juventus como trequartista admirando a Del Piero hasta que a los 16 dio un paso atrás para crecer como mediocentro. Se quedó a un paso de debutar con el sargento Capello, pero la oportunidad le llegó en el momento más difícil para su amado equipo, en el descenso a la Serie B por el escándalo del Calciopoli. Marchisio acabó la temporada como titular, aunque se vio obligado a preparar las maletas para jugar un año cedido en el modesto Empoli, donde cuajó una magnífica temporada. «La Juventus es lo máximo, para mí siempre ha sido un sueño y solo pienso en jugar el máximo número de partidos defendiendo esta camiseta», dijo encantado en su vuelta a Turín.

Antonio Conte le puso una responsabilidad enorme al colocarle junto a Vidal y Pirlo en el centro del campo,  a lo que respondió con de las mejores temporadas de toda su historia. El actual seleccionador italiano entendió que Claudio y Arturo se entendían a las mil maravillas y que ayudaban a liberar a Pirlo en la creación, formando un poderoso tridente que marcó un tercio de los goles del equipo en toda la temporada.

Marchisio se ha convertido en un habitual de las revistas de estilo por su gusto a la hora de vestir

Marchisio hoy es un jugador con una gran habilidad para recuperar balones y, a la vez, con una envidiable técnica que le permite cuidarlo y repartirlo con mimo con la diestra y la siniestra, inteligente en el juego de posición y con fuerza para incorporarse al ataque. Lo sufrirá la espalda del centro del campo del Real Madrid, probablemente en la figura de Isco, que tendrá que sudar más de lo habitual para perseguir a Claudio.

Lejos del balón Marchisio es el perfecto italiano, un tipo muy familiar casado con su novia de toda la vida, Roberta Sinopoli, con la que ha tenido dos hijos, Davide y Leonardo, amante de los coches deportivos -Ferrari y Lamborghini a la cabeza, por supuesto-, coleccionista de sellos y muy presumido, hasta el punto de que su forma de vestir le bautizó como «Principino» cuando era un crío al presentarse a uno de sus primeros entrenamientos con la primera plantilla de la Juventus, con chaqueta y mocasines. Los más veteranos todavía se ríen de aquella estampa, que no era más que un síntoma del respeto del príncipe a la dama italiana más admirada de todo el mundo.

Víctor Pérez

Víctor Pérez es periodista. Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, fundó en 2001 FIFA-Champions para organizar torneos internacionales online del popular videojuego de EA Sports. Desde 2003 trabaja en el desarrollo de esta web como plataforma de información deportiva, que ha llegado a tener su propia revista interactiva, radio online y foros con una comunidad de más de 10.000 miembros. Durante los últimos tres años ha trabajado en la sección de deportes del diario ABC

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