Hoy vuelve después de mucho tiempo nuestra sección "Donde el Fútbol Todavía es un Deporte", en la que hablaremos, como prometimos, de la Copa ELF, torneo paralelo a la Copa Mundial Viva.
Como ya comentamos en nuestro anterior reportaje, la Federación del Fútbol de Chipre del Norte fue elegida como sede para organizar la Copa Mundial Viva, pero finalmente, dicha federación rechazó la propuesta por los altos costos que la NF-Board, donde se asocian todos estos equipos y selecciones, había programado, según declaró su presidente. Por ello, la federación nortechipriota decidió organizar un torneo simultáneo y paralelo al Mundial Viva, con sede en la propia isla de Chipre, que se llamaría la Copa ELF. Dicha competición asumió los costos de los equipos participantes, lo que supuso una mayor atracción de equipos de la NF-Board y hasta de dos equipos inscritos y aceptados por la FIFA, Kirguistán y Tayikistán. A esos dos países se sumarían Chipre del Norte como anfitrión, Crimea, Gagauzia, Groenlandia, Tíbet y Zanzíbar.
La estructura de la competición fue la formación de dos grupos de cuatro participantes cada uno, cuyos dos primeros clasificados jugarían las semifinales, y los ganadores de éstas, la final. Chipre del Norte, mejor selección con diferencia de la NF-Board, partía como clara favorita, pero era interesante ver el rendimiento de selecciones emergentes como Groenlandia (ver reportaje) o que papel podían tener selecciones FIFA como Tayikistán y Kirguistán.
El torneo no respondió a las expectativas de público que se hicieron, pero sí que contó con un elevado nivel de infraestructuras tanto deportivas como de comodidad para los equipos. Las sedes del torneo fueron Nicosia, la capital de Chipre, Famagusta, importante centro turístico del Este del país y famoso por sus playas, y Kyrenia, la única sede dentro del territorio nortechipriota, y con un estadio con capacidad para 30.000 espectadores.
La competición fue un verdadero paseo para la selección nortechipriota, que goleó a todos sus rivales y que tan solo recibió dos goles a lo largo de todo el torneo, venciendo en la final por 3-1 al combinado de Crimea. Groenlandia no realizó un buen papel a tenor de las expectativas que se habían creado en torno al equipo, candidato a llegar a la final, pero que, después de un imponente 2-0 ante la débil Gagauzia, sólo pudo empatar 1-1 ante Zanzíbar y perdió por 0-1 ante Kirguistán, lo que le relegó a la tercera posición en su grupo y a la quinta posición final.
Por otro lado, la selección de Tayikistán fue la gran decepción del torneo al concluir su participación en sexta posición. Kirguistán, que era la otra selección FIFA, fue de la que mayor emoción gozó en sus partidos. Sufrió para ser primera de su grupo, y tras caer en semifinales ante Crimea en la prórroga por 2-3, en la que se marcaron tres de los cinco goles del partido, se enfrentó a Zanzíbar por la medalla de bronce, y el tercer puesto. El partido, tras terminar con un empate 2-2, se dilucidó en una emocionante tanda de penaltis que vencieron por 9-8 y que alzó al portero de Kirguistán como héroe de su equipo.
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