Fútbol Internacional, Opinión, Revista · Diario Digital — 17 de mayo de 2009 | 14:46

El adiós de Luis Figo

Un texto de

Adeus, Luis

Eduardo Patiño

De capitán azulgrana a símbolo madridista, del “Blancos llorones felicita a los campeones” a las celebraciones en Cibeles, héroe y villano, amado y odiado hasta el final.

Luís Filipe Madeira Caeiro Figo (4 de noviembre de 1972) no dejaba indiferente a nadie. Uno de los mejores jugadores y más polémicos de la historia se retira del fútbol a los treinta y seis años, tras conseguir con el Inter de Milán su cuarto Scudetto consecutivo.

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"A un nivel tan alto en Europa no volveré a jugar más, es una gran alegría acabar ganando", dijo la estrella lusa, que reconoció que la única posibilidad de seguir jugando pasa por que llegara una oferta muy especial fuera del viejo continente.  "Ha sido una temporada difícil, pero los contrarios no pueden poner excusas a nuestros argumentos. Es la primera vez que me toca celebrar antes de jugar", aclaró el portugués a pie de campo.

Criado en la cantera del Sporting de Lisboa y máximo precursor de la escuela de extremos portugueses, Luis Figo llega a España en 1995 de la mano de Johan Cruyff tras ser sancionado en Italia por firmar con dos clubes a la vez: Parma y Juventus. La conexión con la afición fue inmediata y sus centros medidos desde la banda derecha pronto se hicieron un clásico del Camp Nou. En su estancia en el Barcelona ganó dos Ligas, dos Copas del Rey, 1 Supercopa de España, 1 Supercopa de Europa y 1 Recopa de Europa, pero sobre todo se ganó el respeto de una afición que tras cinco años de simbiosis no dudó en concederle el brazalete de capitán del equipo.

En el año 2000, en plena Eurocopa de Bélgica y Holanda, Florentino Pérez dio el bombazo del verano al pagar la cláusula de rescisión del portugués, cifrada en diez mil millones de las antiguas pesetas. La traición de Figo, probablemente la más dolorosa de la historia azulgrana, tuvo sus inmediatas represalias a cada visita del luso a la Ciudad Condal. De símbolo azulgrana a Galáctico blanco. Ese mismo año Figo es galardonado con el Balón de Oro por la gran temporada realizada en Barcelona.

Tras cinco años en el Real Madrid, con quién ganó la Liga en dos ocasiones, la Supercopa de España en otras dos, la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa, la Copa Intercontinental y el FIFA World Placer, Figo es traspasado al Inter de Milán en verano del 2005, convirtiéndose en el primero de los "Galácticos" de Florentino en abandonar el club.

Con el Scudetto logrado anoche, Figo pone fin a su etapa en el Inter de Milán. Pese a no haber disfrutado de sus mejores año futbolísticos en Italia, el luso ha conseguido la Copa de Italia, tres Supercopas y cuatro Scudettos, y pone así fin a una longeva y exitosa carrera profesional llena de títulos colectivos e individualidades.

Quizá su mayor frustración haya sido la derrota en la Euro 2004 celebrada en Portugal, en la que los anfitriones cayeron derrotados en la final frente a Grecia. Abanderado de la generación de oro junto a Rui Costa, llevó a Portugal a las semifinales del Mundial de Alemania en 2006, cita tras la cual dejó de vestir los colores de la selección tras 127 partidos como internacional y 32 goles en su haber.

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