
Luca Toni, decisivo
Ni fermentación acética del vino ni su tanto por ciento de ácido. Tampoco hablamos Pasteur, de su posible influencia en el precursor de las bebidas alcohólicas ni de su vacuna contra la rabia. Aunque a más de uno le hubiera venido bien hoy, créanme. Centímetros. Y no sólo alto, también de ancho. Modena dio vida al tanque y no nos referimos al ejército de Mussolini. Luca Toni, que también acaba en -ni, como macarroni.
Y de ahí el famoso vinagre, que nos deja esa sensación tan escalofriante de haberlo tenido tan cerca y que al terminar nos parece tan lejos. Perdona, ¿tú acabas? – le preguntó Pepito Grillo a Yao Ming. Esto ha venido a ser algo parecido. La otra forma de desequilibrio. No nos fiemos sólo de la capacidad de desborde. Tan o más importante ha sido ganar ese balón aéreo.
· Vídeo: Bayern 2-1 TSG Hoffenheim
El Bayern de Múnich ganaba al Hoffenheim en el descuento. Sí. Balón a la cabeza de Luca, la disputa, la gana (claro), la baja, la cede, la pared, la vuelve a recibir y la enchufa. Habemus triunfo (y también habemus un defensa que podía haberle seguido).
Hoffenheim no pudo en el Allianz Arena, pese a ponerse por delante y merecer por lo menos ese empate. ¿Quién marcó? Pregunta fácil últimamente por estos lares. Diecisiete más uno suma ya Vedad Ibisevic que hoy volvió a mojar. Por cierto, no quiero desviar la atención pero… ¡Ba! ¡La próxima vez da el pase atrás! Ya está. En fin, se puso por delante el conjunto de Ralf Rangnick. Cosa poco extraña últimamente en Múnich. Los contrarios, que tienen jugadores rápidos, suelen sorprender a la defensa de Klinsmann. Cuando no pueden, ya se encarga Rensing de darles facilidades. Hoy no fue así. Contra bien llevada, balón al bosnio y gol. ¡Imaginaos si la cosa termina así! Muchos habrían empezado a creerse el cuento de Hoffenheim.
Pero no, apareció Lahm. Ésta vez no para dejar su banda libre (como en el primer gol) y atacar. Y como es una faceta que lleva tres veces mejor que la otra, desborda, se encuentra con espacio libre y tira. De acuerdo, alguien podía haberle salido al cruce, pero tampoco es para cebarse con los visitantes, que estaban trabajando bien. Sí, contemplamos también que el tiro rebota en un defensa y que por eso se cuela. A partir de ahí, igualdad. Hasta que llegó Toni. Un gol de centímetros del delantero y de medidas del escudo. Porque es así como ganan los grandes equipos. Aquéllos que por nombre baten al rival que ha jugado mejor y que ha merecido sacar algo. Aniquilación en el descuento, sin capacidad de reacción. Más o menos como de penalti en el último minuto pero en jugada (pese a estar en una posición cercana al punto fatídico).
¿Y porque titulaba yo con el vinagre de Modena? Sí, Hoffenheim ha perdido. Pero… ¡sigue líder! No lo sería en España pero si en Inglaterra o Alemania. El gol average general es el que cuenta. +19 frente a +15. Los dos mejores equipos de la Bundesliga (hoy por hoy) y sus respectivas posiciones. Ahora bien, analicemos fríamente el resultado. Si el líder, repito, Hoffenheim, tiene un partido difícil, es sin duda el de hoy: Bayern de Múnich fuera de casa. En principio no hay nada más complicado y lo han solucionado perdiendo por la mínima y en último suspiro. Hagan sus propias conclusiones… ¿Qué pasará en la vuelta? ¿Seguirá el Hoffenheim primero? ¿Llevará Ibisevic 36 goles? Vayamos partido a partido, que Alemania se pone aún más bonita si suman más equipos al carro del campeonato. Leverkusen y Hertha se acercaran si ganan mañana. Hasta el Hamburgo se puede poner cerquita…
En fin, para todos los fanáticos de los que juegan en Sinsheim, no se preocupen, si podían pinchar en algún sitio era allí. Sí, soy de los bienaventurados que piensan que pueden seguir ahí todo el campeonato. ¿Sería bonito, ve(r)dad?
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