Gianni Vio es un dolor de cabeza para los equipos italianos y, a la vez, un perfecto desconocido más allá de los Alpes. Responsable de las jugadas de estrategia de la Fiorentina, este veneciano de 60 años vuelve a dar la nota con otra sorprendente jugada durante el amistoso de pretemporada ante el Gaziantepspor: la triple barrera.
El secreto de la brillante Fiorentina, cuarta el año pasado y alabada por su apuesta por el fútbol ofensivo, está en el banquillo: la temporada pasada el equipo de Florencia marcó 30 de sus 72 goles -diez desde el punto de penalti- a balón parado. El mérito corresponde a Gianni Vio, que ha pasado de dibujar las jugadas de estrategia en el reverso de las cartas de un banco a poner patas arriba el fútbol italiano.
Del banco al banquillo
Nacido en Venecia y residente en Mestre -situada frente a la isla de Venecia, en tierra firme- Gianni Vio era un trabajador más de una de las oficinas de Unicredit. Solo que él pasaba sus ratos libres preparando maniobras imaginarias sobre un campo dibujado con bolígrafos. Demasiado lejos de los banquillos de la Serie A.
Su pasión por el fútbol le llevó a abrir una página web donde daba rienda suelta a sus pequeñas escaramuzas, y de ahí nació la idea de escribir un libro junto al psicólogo Alexander Tettamanza titulado «Más 30 por ciento», una especie de guías para elaborar jugadas a balón parado que incluía todo tipo de gráficos en un CD explicativo.
La vida de Gianni cambió por sorpresa, casi de un día para otro, cuando fue descubierto por Walter Zenga, el exguardameta del Inter de Milán. Leyó su libro y utilizó su CD en sus inicios como entrenador. Las maniobras funcionaban, así que Zenga se decidió a ponerse en contacto con Gianni. «Hablé con él por primera vez en 2005 cuando entrenaba al Estrella Roja. Como portero siempre he sido un fanático de las jugadas a balón parado. Al principio intercambiábamos correos electrónicos con jugadas como si se tratara de una batalla naval», confesaba el técnico meses atrás a la prensa italiana.
La triple barrera
De vuelta a Italia para dirigir al Catania, Zenga intentó contar con la ayuda de Vio. Para ello exhortó al presidente, Nino Pulvirenti, a que viajase a Venecia para convencer al banquero. El fichaje fue un éxito. En el primer partido de Zenga en el Catania, el club marcó dos goles de córner en el triunfo 3-0 sobre el Nápoles. El trabajo de Gianni comenzó a fascinar a Italia cuando el Catania marcó en 2008 un gol de libre directo con una sorprendente triple barrera.
Aquella jugada contra el Torino dio la vuelta al mundo. Giuseppe Mascara se preparaba para tirar una falta desde unos 30 metros. De repente, seis jugadores del Catania abandonaron la frontal del área: dos se pusieron por delante de la barrera defensiva del Torino y tres se colocaron por detrás de ella. El portero rival no podía ver nada y, para colmo, uno de los jugadores se bajó los pantalones por si el balón iba por abajo. Mascara disparó y el balón fue directo a la red.
La maniobra se ha vuelto a repetir cinco años más tarde, de nuevo con Gianni Vio de por medio, ahora como responsable de las jugadas de estrategia de la Fiorentina a la que entrena el exjugador Vincenzo Montella, que no dudó poner a Gianni Vio entre sus prioridades cuando aterrizó en Florencia el pasado verano. Seis jugadores volvieron a formar una triple barrera en una falta durante el amistoso contra el Gaziantepspor turco, solo que esta vez tres se colocaron delante y otros tres detrás de la barrera rival.
Confundir al rival
A lo largo de esta temporada la Fiorentina, muy alabada por su estilo ofensivo, ha marcado 20 goles en jugadas a balón parado. Según Gianni Vio, la estrategia puede mejorar hasta en un 50 por ciento las ocasiones de gol en un partido, de ahí que su nuevo libro se titule «balones parados: el delantero de los 15 goles».
Además de entrenar todo tipo de movimientos, especialmente en los saques de esquina, Gianni Vio tiene claro que en su trabajo influye también el aspecto psicológico. «Intentamos cambiar las jugadas para parecer impredecibles», explica el italiano. El arte de la confusión llega a las jugadas a balón parado.