
Antonio Millán
La Italia de Lippi dijo adiós antes de tiempo a la Copa Confederaciones dando una imagen más que lamentable. Ayer, 22 de junio, se cumplía justo un año de la noche en la que España dejaba en la cuneta a los italianos en la tanda de penaltis, partido correspondiente a los cuartos de final de la pasada Eurocopa de Austria – Suiza. Ayer fue el día después de que la selección brasileña aplastase a la “azzurra” en la Copa Confederaciones.
Hoy la Italia futbolística sigue convulsionada y preguntándose como es posible que una selección de leyenda y con cuatro entorchados mundiales haya hecho semejante ridículo y se haya encaminado al desastre deportivo. Marcello Lippi, el entrenador que acalló las críticas hace tres años conquistando un Mundial del que a punto estuvieron de caer eliminados en la primera fase, o en aquellos octavos de final ante Australia, en los que Medina Cantalejo les regaló un penalti ganador cuando los noventa minutos tocaban a su fin, no ha sabido mantener aquel espíritu ganador ya que el equipo se le ha quedado envejecido y lo que es peor, sin visos de una nueva camada de jugadores que puedan levantar a un coloso de la historia viva del fútbol.
Y es que ahora ha quedado demostrado que a la inmortal Italia ya no le basta con su adn para seguir entre los mejores, y es que la veteranía es un grado, pero algunas veces puede convertirse en una losa.
Doce de la veintena de futbolistas que el seleccionador llevó a Sudáfrica ganaron el Mundial en Alemania y diez de ellos siguen siendo fijos en el once inicial. Además, 10 de los 23 jugadores que desplazó a esta Confederaciones, la mayoría de la columna vertebral en cada partido están por encima de los treinta años.
"Es el peor periodo que me ha tocado vivir como seleccionador de Italia", admitió el técnico después de que los suyos cayeran derrotados por 0-3 a manos de Brasil. "Estamos sumidos en un proceso de reconstrucción que puede alargarse un poco. Si no hubiera dejado la Nazionale hace tres años, la gente podría decir que esto es la continuación de un ciclo, pero como he estado alejado dos años, a mí me parece que estamos hablando de un proceso de reconstrucción. Creo que 10 u 11 jugadores del grupo anterior pueden ser importantes de cara al Mundial de 2010. Hay que clasificarse, y para eso ellos son muy importantes. Después podremos introducir sangre nueva".
El hombre que condujo a Italia hacia el campeonato mundial del año 2006 criticó abiertamente el comportamiento de algunas de sus figuras. Y éste ha sido precisamente el aspecto en el que ha profundizado masivamente, y sin miramientos, la prensa italiana. "Volvemos a casa con un pequeño consuelo: la esperanza de que Lippi aprenda la lección y el año próximo vuelva a Sudáfrica con un equipo nuevo", proclamaba el diario deportivo La Gazzetta dello Sport. Mientras que el Corriere dello Sport hablaba de la "vergüenza" de Italia, el rotativo La Stampa aseguraba: "Más que momias, los italianos parecían ratones y Brasil el gato".
En su primer choque, Italia tuvo que sufrir para imponerse a Estados Unidos (1-3), a pesar de que los norteamericanos jugaron con diez hombres desde el minuto 33. Sus dos citas siguientes terminaron en derrota, la primera a manos de Egipto (1-0) y la segunda contra Brasil. Por lo que parece, la vigente campeona del mundo no inspira tanto respeto en los últimos tiempos. De hecho, el irregular rendimiento de los hombres de Roberto Donadoni en la pasada Eurocopa ya inquietaba a propios y extraños.
En la actualidad de la selección italiana hay problemas de convivencia y adaptación entre las nuevas generaciones y las antiguas. Y es que parece que la selección transalpina se ha convertido en un “cementerio de elefantes” con un vestuario difícil de manejar. Primero surgió el caso Del Piero, y el debate saltó a la palestra, hasta que al final la prensa italiana consiguió llevar en volandas al media punta de la Juve hasta el Mundial de Alemania en 2006, Mundial en el que tuvo uno de sus últimos destellos, marcando un gol decisivo en las semifinales contra Alemania.
Como decimos, en la actualidad hay problemas de convivencia entre la generación campeona del mundo y la savia nueva, que piden paso a marchas forzadas. Entre estos últimos destacan Davide Santon (18 años), Giuseppe Rossi (22) o Riccardo Montolivo (24). Así, cuando Fabio Cannavaro (35 años), Luca Toni (32), Fabio Grosso (31) o Gennaro Gattuso (31) andan faltos de empuje, resurge invariablemente el debate sobre la renovación de la selección.
¿Donde está Santon? se preguntaba irónico el brasileño Maicon, compañero del jovencísimo lateral del Inter que ha pasado por Sudáfrica totalmente desapercibido. Giuseppe Rossi se ganó un puesto en el once a través de sus goles que resucitaron al equipo ante Estados Unidos, al igual que Montolivo, olvidado en el banquillo hasta demostrar que es un jugador de presente y no de futuro, quizá sea Montolivo uno de los que tengan que dar el pistoletazo de salida a esta nueva hornada de talentos (ver fotografía inferior) y que ha dejado en evidencia a todo un Gattuso, que ha llegado a la cita sin estar totalmente recuperado.

"No puedo formar un equipo con 20 jugadores nuevos", ha explicado Lippi a modo de defensa. "Por ejemplo, no puedo prescindir de Gattuso. A pesar de su lesión, su presencia es crucial para el grupo. Además, no habría sido justo ‘saquear' al combinado sub-21, que debe concluir su participación en el Campeonato de Europa. Creo que he convocado a los mejores futbolistas italianos del momento. Pero que a nadie le quepa ninguna duda de que esta competición me ha ayudado a ver las cosas más claras. Tengo mi opinión sobre todos y cada uno de ellos, tanto de los &
#39;viejos' como de los 'jóvenes'".
Ahora parece que el trabajo por hacer es decidir cuáles en qué medida pueden intervenir esos nuevos jugadores. Gianluigi Buffon parece inamovible en la puerta, sin embargo, la afición vería con buenos ojos un cambio en la puerta por Santon (Inter de Milán) y Marco Motta (AS Roma), tomando el relevo en la defensa. Lo mismo sucede con Gaetano D’Agostino (Udinese) en el centro del campo.
Pero es en ataque donde se plantea el mayor problema. La delantera de Italia se ha quedado envejecida. Luca Toni explotó a una edad tardía en el Calcio, y de ahí hizo las maletas hacia Munich, donde su gran número de goles en las campañas que lleva disputadas en tierras germanas no acaban de encandilar a los “tifosi” ya que en Italia lo ven como una figura decadente que ya dio todo lo que se esperaba de él. Totti ya hace tiempo que se retiró de las portadas deportivas, de Alessandro del Piero ya hemos hablado y los Iaquinta, Gilardino, Quargliarella y otros tantos no han dado todo lo que se esperaba de ellos. En vez de Luca Toni, Vicenzo Iaquinta o Fabio Quagliarella, los tifosi quieren a Giampaolo Pazzini (Sampdoria), Robert Acquafresca (que acaba de fichar por el Genoa procedente del Cagliari) y Mario Balotelli (Inter de Milán). Este último, que se encuentra bajo la batuta de Pierluigi Casiraghi disputando el Campeonato Europeo Sub-21, podría haber aportado mucho a la Nazionale, según declaró recientemente Buffon. "Lamentablemente, no posee el don de la ubicuidad".
Lippi, si es que se mantiene en el cargo, tiene una difícil misión. Si Italia quiere reverdecer viejos laureles y volver a la cúspide del fútbol mundial, debe asegurarse cuanto antes la clasificación para Sudáfrica 2010 lo antes posible. Ahora mismo es líder del Grupo 8 de la Zona Europea, aventajando en un punto más a la República de Irlanda y un partido menos. Así las cosas, los Azzurri saben que la victoria es el único camino contra Georgia en Tiflis el 5 de septiembre, y frente a Bulgaria en Turín cuatro días después.
Cannavaro contesta a las críticas
El capitán de la selección de fútbol italiana, Fabio Cannavaro, ha respondido a las críticas tras la eliminación de la Copa Confederaciones de Sudáfrica al decir que, si molesta, su puesto en el conjunto nacional "está a disposición" del entrenador, Marcello Lippi."Ya basta con esta historia de los viejos", ha indicado Cannavaro, de 35 años, en respuesta a los medios de comunicación italianos, que en los últimos días han denominado a los jugadores de la selección "viejecitos" y "momias". "Yo no estoy aquí sólo porque levanté la Copa del Mundo".
En su opinión, hay que "empezar por las infraestructuras, los estadios, pero también por los equipos juveniles", ya que el defensa no ve "fenómenos" entre los jóvenes futbolistas italianos. "Si queréis, mandad a casa a todos los campeones del mundo. Pero hay que ver quién viene detrás", comentó el defensa italiano.