Fútbol Internacional — 17 de mayo de 2012 | 12:51

La Juventus reina de nuevo en Italia tras su paso por el infierno

Un texto de

Un invierno en Trieste le bastó a Stendhal para entender que con la bora uno teme perder el brazo con el que sujeta su sombrero. Así es el violento viento catatábico que acostumbra a azotar este recodo del Adriático casi en la frontera con Eslovenia. Un fenómeno adecuado y un lugar perfecto para reflejar otro cambio de ciclo en el fútbol europeo. La Juventus, la Vieja Señora del calcio italiano, regresa al trono seis años después de celebrar su último alirón, que luego no fue tal a cuenta del escándalo del «Calciopoli», y cierra su etapa más oscura tras su periplo por la Serie B.

Curioso país Italia. Un lunes de elecciones municipales en en el que no se habla de otra cosa que del Scudetto de la Juventus, reflejo del descontento popular hacia la clase política que alcanza su máxima expresión en Catanzaro (Calabria, al sur del país), donde un aspirante a la alcaldía dio un mitin durante una hora en una céntrica plaza completamente vacía. Los escándalos y las sospechas de corrupción no tumban la pasión por el Calcio. Por eso la discusión de este lunes en los cafés pasa por si la Juventus merece o no lucir la tercera estrella en su camiseta.

La mitad «bianconera» de Turín y buena parte de Italia suman dos títulos a los 28 que puede lucir legalmente el equipo. No piensan dejar a un lado los dos consecutivos logrados sobre el terreno de juego a mitad de década y posteriormente desposeídos en los despachos. Tampoco la propia Juventus. Giuseppe Marotta, director deportivo del club, dejaba claro tras el partido que el club celebra su campeonato número 30 y que la batalla sigue en los despachos para recuperar esas dos ligas. La primera quedó desierta como recordatorio del escándalo y la segunda fue a parar a las vitrinas del Inter de Milán. Aquello, el penalti de Iuliano a Ronaldo o el partido fantasma que supuso el punto final a la carrera de Boniperti conforman una historia de enemistad que vivió su último capítulo para delirio de los aficionados a la Juventus. El calcio no podría entenderse sin el «derby de Italia» que acuñó Giani Brera.

Otro regalo del Inter

De ahí la descafeínada celebración en Milán. Sí, el Inter se impuso en el «derby della madonnina» en un partido colosal frente a sus vecinos para seguir soñando con colocarse en la tercera plaza en la última jornada para disputar la Champions del curso que viene. Pero las caras de la afición reflejaban un sabor agridulce. Su triunfo desató la fiesta del eterno rival al noreste del país, casi en el mismo lugar que diez años atrás celebró un campeonato vestido a rayas azules y negras en una última jornada apasionante. El 5 de mayo de 2002 el Inter pinchaba en el Olímpico de Roma ante el Lazio para disgusto local -el resultado casi dio el título al Roma- y delirio de la Juventus, que conquistaba en Udine -a 80 kilómetros de Tireste- su penúltimo Scudetto según las cuentas oficiales.

De nuevo el Inter regalando un campeonato al eterno rival. La última desgracia para un club que a pesar de su reciente dorada etapa está más que acostumbrado a lidiar con desgracias, como las inefables salidas de Roberto Carlos, Andrea Pirlo o el brasileño Ronaldo. Gestiones de un presidente, Massimo Moratti, que gastó millones sin resultados durante una década hasta el descenso administrativo de la Juventus. Llegó a decir que el Inter no necesitaba a Zidane cuando el francés fichó por el equipo «bianconero».

Seis años son demasiados para un equipo acostumbrado a ganar. De ahí el estallido de júbilo en el refugio de Trieste, el lugar donde Del Piero marcó sus primeros goles con la camiseta de Italia. El capitán, Antonio Conte y los suplentes apenas podían contener la emoción y comenzaron a celebrar el título aunque seguían pidiendo calma a los que jugaban el partido. El obús de Maicon sentenció el choque de Milán y dio paso a la fiesta de la Juventus. Con el pitido final centenares de aficionados del equipo invadieron el Nereo Rocco, el prestado estadio de un Cagliari que juega como local a 811 kilómetros de su propia casa. Unos se fueron a por los jugadores, otros besaban el césped y los menos arrancaban pedazos del suelo al entender que el campo había pasado a ser un trozo de historia del club.

La tercera estrella

Las imágenes de los ídolos invadieron rápidamente el estadio de Trieste por medio de las pancartas de los hinchas, agradecidos a figuras recientes como Pavel Nedved, ahora de traje y corbata en el palco, Antonio Conte o los jugadores, especialmente aquellos que no abandonaron el barco con el descenso a la Serie B. Como Gianluigi Buffon, olvidado ya su enorme fallo una jornada atrás. «Se lo dedico a mi familia, pero también a Del Piero, Camoranesi, Trezeguet y a Nedved», explica. Pero las miradas se centran especialmente en el capitán, Alessandro Del Piero, que ha pasado toda una vida en la Juventus y que dejará el club a final de temporada. «Gracias por existir», le decía una de las pancartas. «Es un final extraño, pero vivo esta noche con alegría, esta victoria tiene todavía más valor también por el año vivido en la Serie B», explicaba tras el pitido final.

Conte se han encargado de devolver el corazón a un equipo que en estos seis años de penitencia se ha acostumbrado a sufrir. El exfutbolista italiano ha recuperado para ganar el Scudetto el juego con balón, un discurso reseñable en el fútbol italiano, gracias a la llegada de Andrea Pirlo, todo un arquitecto sobre la hierba que refleja el intercambio de papeles con el Milán, que ha desmantelado su centro del campo. La Juventus no es perfecta, pero ha jugado como bloque y está a un partido de acabar la temporada invicta, como el Perugia de 1979 o el Milán de Fabio Capello en 1992.

«Es un Scudetto tremendamente merecido gracias al extraordinario trabajo del equipo y entrenador», explica el mito Dino Zoff a la radio pública. «Del paraíso al infierno y retorno de nuevo al paraíso», resume Andrea Agnelli, presidente del club, que ha devuelto el apellido de la casa FIAT medio siglo después de la marcha de Umberto. Con tercera estrella o sin ella la Dama del calcio vuelve a reinar en Italia.

[Lee el artículo completo en ABC]

Víctor Pérez

Víctor Pérez es periodista. Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, fundó en 2001 FIFA-Champions para organizar torneos internacionales online del popular videojuego de EA Sports. Desde 2003 trabaja en el desarrollo de esta web como plataforma de información deportiva, que ha llegado a tener su propia revista interactiva, radio online y foros con una comunidad de más de 10.000 miembros. Durante los últimos tres años ha trabajado en la sección de deportes del diario ABC

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