La 'canarinha' vive momentos muy complicados. Su oscuro juego unido a los malos resultados han acabado con la paciencia de la 'torcida', que está harta de la Selección de Dunga, quien es el centro de las iras de los aficionados. El técnico es apodado como 'Burro' por los brasileños, que no dejan de pedir la dimisión del exjugador. Pero, la verde-amarehla ha ido un poco más allá y ha dejado 'plantada' a su selección; las gradas se vacían cuando juega Brasil.
"Lo inquietante no es que tu afición te silbe desde el minuto 30, para mí lo realmente preocupante es ver las gradas desiertas" aseguraba el defensa Luizao. El pasado miércoles ante Bolivia, el estadio Joao Havelange presentaba una paupérrima entrada de 30.000 seguidores de las 43.000 localidades disponibles. Y eso, a pesar de que en Río de Janeiro viven más de cinco millones de habitantes.
Los bolivianos no se lo creían: "El ambiente era incómodo. Había mucha grada vacía y los aficionados locales silbaban a Brasil, insultaban a Dunga y nos animaban a nosotros. No es reconfortante vivir algo así, pero nos vino bien" aseguraba Erwin Platini Sánchez. Los bolivianos sacaron un empate de tierras brasileñas, cuando llevaban 22 años acumulando derrotas.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha decidido que el próximo partido se juegue en el mítico Maracaná. El 15 de Octubre, ante Colombia, será una nueva prueba de fuego para la 'canarinha'. Aún no es segura la continuidad de Dunga, aunque algunos compañeros como Mauro Silva reparten las culpas entre los jugadores: "Él tiene el 30% de la culpa, los jugadores el 70".
