El gran mérito de Cesare Prandelli radica en la transformación de la selección italiana en un gran equipo de fútbol en esta Eurocopa 2012. La «Azurra» vuelve a ganar y lo hace, además, con buen fútbol porque su discurso gira alrededor de un estelar Andrea Pirlo que, a su vez, se sostiene en sus escuderos: Daniele de Rossi y Claudio Marchisio.