El Valencia suplente no se puede comparar con el titular. Es duro, pero es así, los números hablan por sí solos. Con el once estrella se pierde, claro que se pierde y se juega mal. Pero con el improvisado rara vez se está a la altura. Y sino que le pregunten al Slavia de Praga.
Un equipo que pasó de ser el patito feo del grupo a lograr un punto de oro en Mestalla.
Precisamente este traspiés es lo que quería evitar Emery. Pero los cálculos o sus decisiones le volvieron a jugar una mala pasada y ya van tres en esta EuroLiga. Primero fueron los 10 cambios en Lille, luego los 6 en Génova y ahora se empata ante la cenicienta del grupo cuando el objetivo era ganar para dejar prácticamente sentenciada la eliminatoria. Sin embargo con la rotaciones se hizo de todo menos eso. Y es que los checos aprovecharon el primer despiste de la zaga valencianista para aniquilar a Moyà.
Una idea que pronto captó Emery. Pero quizás ya era demasiado tarde. No vio otra solución que mover banquillo. El primero en salir fue Mata y pocos minutos después le acompañó su socio el Guaje David Villa. Estos dos cambios unido a la buena forma de Pablo Hernández formó un cóctel letal que cambió radicalmente la imagen del Valencia respecto a la primera parte. Si en el descanso era el Slavia el que asfixiaba al Valencia, con Villa y Mata el equipo ganó fuerza y claridad en ataque, lo que puso a los checos contra las cuerdas. Y la mejor muestra es que nada más salir Mata, Pablo se iluminó y demostró las ganas que tiene de agradar. Realizó un centro perfecto que David Navarro aprovechó para marcar el empate de cabeza.
A ese gol se unió la salida de Villa. El asturiano estaba como loco por jugar y fue a muerte desde el primer balón. Una energia de la que se contagió el resto del equipo para intentar ganar el encuentro. El pobre ritmo de la primera desapareció y el equipo buscó con insistencia el tanto del triunfo. Y estuvo cerca… Villa tuvo una ocasión clarísima que acabó en el palo derecho, Pablo también gozó de varias ocasiones y dio varias asistencias a Villa, antes de ser expulsado por una estúpida acción que el árbitro consideró agresión, y a Mata. Pero al igual que en otros encuentros la inprecisión en los últimos metros fue clave para que el Valencia no pudiera arrancar los tres puntos en Mestalla. Un detalle del que ya es hora que se empiece a reflexionar…
Ficha
Valencia: Moyá; Miguel, Alexis, Navarro, Mathieu; Pablo, Baraja, Maduro (?ver Banega, min, 78), J. Alba (Villa, min 61); Míchel (Mata, min. 46) y Zigic.
Slavia de Praga: Vaniak; Celustka, Suchy, Vomacka, Hubacek; Grajciar (Vlcek, min. 89), Trapp, Ragued, Hlousek; Naumov (Krajcik, min. 86) y Senkerik (Belaid, min. 78).
Goles: 0-1, min. 26. Naumov. 1-1, min. 63. Navarro.
