Fútbol Internacional — 10 de diciembre de 2013 | 11:11

Nápoles y el orgullo de los «terroni»

San Paolo vibra con un equipo que lleva por bandera el sur de una Italia dividida

Un texto de

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A la Vecchia Signora le ha salido un duro aspirante en la lucha por el Scudettoel «Spanish Napolés» de Rafa Benítez, un equipo que ha sabido reinventarse y que, dejando atrás la alargada sombra de Diego Armando Maradona ha vuelto a meterse en la pelea tanto en la Serie A como en la Champions League, aunque su continuidad en esta última penda de un ligero hilo que pasa justo por San Paolo este miércoles.Ese día, Özil y Giroud mediante, Gli Azzurri (los azules) se juegan medio proyecto ya que, de quedar eliminados, la inversión económica de Aurelio De Laurentiis quedaría en entredicho. 

De Laurentiis, productor de cine, refundó el club tras su descenso a la Serie C

Aunque el primer club de Nápoles fue fundado allá por 1904 como el Naples Foot-Ball & Cricket Club, no fue hasta 1926 cuando, bajo el mandato de Giorgo Ascarelli la Societá Sportiva Calcio Napoli, comúnmente conocida como Napolés, nacía como la gran fuerza del fútbol italiano del “marginado” sur de Italia. El club, a lo largo de su historia ha sufrido muchos cambios, tanto a nivel institucional como a nivel fundacional, lo que lo ha llevado a tener distintos nombres y presidentes. Uno de los momentos más impactantes del I Ciucciarelli (The Little Donkeys) tuvo lugar en 1964, cuando el club tomó el nombre actual, Societá Sportiva Calcio Napoli.

El terremoto Maradona

A medidados del siglo pasado Nápoles disfrutó de unas décadas de oro, pasando por sus filas entrenadores de la talla de Bruno Pesaola, con el que ganaron la Coppa delle Alpi y se situaron entre los mejores equipos de la Serie A. Dino Zoff, José Altafini, Omar Sívori o Antonio Juliano, son sólo algunos de los mejores y más relevantes jugadores que han pasado por las filas del Napoli y que hicieron de un club marginado del sur de Italia, uno de los más destacados del plantel europeo.

Así, llego el momento Maradona. No había hecho sino empezar el verano de 1984 cuando el club napolitano rompió el mercado mundial el 30 de junio, adquiriendo los servicios de Diego Armando mediante el pago al Barcelona de 12 millones de euros, unos 1996 millones de las antiguas pesetas. A él, se unieron jugadores de la talla de Ciro Ferrara, Salvatore Bagni o Fernando De Napoli, a los que más tarde se unieron otros como Gianfranco Zola (89-93), la zurda magistral de Daniel Fonseca (fue capaz de meterle cinco goles al Valencia en la Copa de la Uefa), Laurent Blanc, Fabio Cannavaro o Edinson Cavani, reciente y todavía emergente estrella mundial uruguaya.

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La temporada 1986-87 fue quizá la mejor del club celeste, ganando Serie A y la Coppa al Atalanta por 4-0. Como nunca un equipo del club del sur de Italia había ganado la liga anteriormente, Maradona se convirtió en un ídolo, no sólo deportivo, sino cultural y religioso, llegando a convertirse en un auténtico “Dios” para los ciudadanos napolitanos. Del mismo modo, la puesta en escena de Maradona en el Nápoles le lanzó al estrellato como uno de los mejores jugadores de la historia de su país, protagonizando con Argentina una de las mejores albicelestes que se recuerdan junto a Daniel Passarella, Javier Burruchaga, Claudio Caniggia, Oscar Ruggeri o José Basualdo, ganando, con Carlos Bilardo como entrenador, el Mundial de 1986 y quedando finalista en 1990, sólo superados por la poderosa Alemania.

En ese Mundial de 1990, durante la semifinal entre Italia y Argentina en Nápoles, se produjo un momento controvertido dentro del estadio. Gran parte de los espectadores apoyaban a su ídolo Maradona, y por ende a su selección, Argentina. El resto de hinchas italianos no lo entendió. Y Diego justificó el sentimiento de la grada de San Paolo. “No me gusta el hecho de que todo el mundo le pregunte a los napolitanos el por qué no se sienten italianos y por qué no apoyan a su selección. Nápoles ha sido siempre marginada del resto de Italia. Es una ciudad que sufre el racismo más injusto”. Diego Armando dio positivo por cocaína unas semanas después. Tanto Maradona como el club napolitano interpretaron aquello como la venganza por haber apoyado a los seguidores argentinos en la semifinal contra Italia.

Declive y renacimiento

Aunque el equipo napolitano siguió llegando a las últimas rondas en las competiciones nacionales, poco a poco muchas de sus estrellas, como Zola o Fonseca, fueron abandonando la plantilla y el equipo terminó bajando a la Serie B en la temporada 1997-98 después de conseguir sólo tres victorias en toda la temporada. Después de unas temporadas turbulentas, en agosto de 2004 y después de muchos años de problemas económicos, el club se declaró en bancarrota con deudas que superaban los 70 millones de euros, siendo descendido automáticamente a la Serie C por la Federación Italiana de fútbol. De Laurentiis, productor cinematográfico romano, un tipo díscolo que quiso asegurar el fútbol en la ciudad, reflotó el equipo bajo el nombre de Napoli Soccer, aunque en el año 2006 hizo feliz a la grada devolviéndole su nombre original, Società Sportiva Calcio Napoli.

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Ya con el club en la zona noble de la Serie A, a partir de 2007, Roberto Donadoni tomó los mandos del club en marzo de 2009, relegando en el cargo al ex jugador italiano Edoardo Reja. En octubre de 2009 y debido a los pobres resultados del equipo fue Walter Mazzari, ex técnico de la Sampdoria, el que aceptó el cargo como técnico napolitano y consiguió llevar a la élite a los Gli Azzurri, llegando a conseguir la segunda plaza del campeonato italiano en la temporada 2010-11, contando con la ayuda de jugadores de ya primer nivel como el uruguayo Edinson Cavani (actual jugador del PSG) o el eslovaco Marek Hamšík, de tan sólo 26 años de edad. La llegada el año pasado de jugadores de renombre como los ex madridistas Higuaín, Albiol o Callejón, o el ex portero blaugrana José Antonio Reina, han devuelto al equipo del sur de Italia al lugar que le corresponde en la liga italiana.

Pero quizá la llegada más sonada fue la de Rafa Benítez a los banquillos de San Paolo, primer extranjero en entrenar al equipo desde Zdeněk Zeman, el checo-italiano que entrenó a escuadras italianas durante más de treinta años. Con Benítez, el equipo ha conseguido componer un equipo sólido y rocoso que cuenta con veteranos como el turco-suizo Gökhan İnler o Goran Pandev que, tras brillar cinco años en la Lazio (2004-09) acabó recalando en el Napoli; haciendo del Napoli un aspirante a todo. Aunque en la liga se encuentran a nueve puntos del líder, La Juve, el 11 de diciembre tienen los azules su reto más inminente a corto plazo, los octavos de final de Champions. Para ello deberán hacer lo mismo que el Dortmund contra el Marsella o bien, si ganan los alemanes, los de San Paolo deberán ganar por tres o más goles al Arsenal. No será tarea fácil, pero este Nápoles ya se ha levantado de muchas afrentas y, ni los rivales, ni el norte de Italia, han podido con ellos.

*«Terroni» es un término italiano que utilizan los ciudadanos del norte para referirse con sentido despectivo para referirse a sus vecinos del sur 

Antonio Ramón Millán

Antonio Ramón sigue la actualidad de los equipos madrileños en FIFAChampions.com desde hace años. Amante del deporte en general y del fútbol en particular, este joven periodista deportivo ha trabajado en medios de difusión nacional como Intereconomía

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