Fútbol Internacional, Opinión — 24 de septiembre de 2007 | 0:00

Un derbi insólito

Un texto de


En FIFA-Champions estamos de vuelta con una de las secciones que inauguramos la pasada temporada, "Donde el Fútbol Todavía es un Deporte". Hoy nuestra sección vuelve con un derbi histórico que tuvo lugar en España hace algunas temporadas. Que lo disfrutéis.

El 27 de febrero de 2005 se enfrentaban en el grupo II de Tercera División el ACF Oviedo contra el Real Oviedo, después de que éste último fuera relegado a dicha categoría debido a su falta de liquidez financiera. Era la segunda temporada consecutiva del histórico club asturiano tras caer en la anterior fase de promoción a Segunda División B en una eliminatoria ante el Arteixo gallego.

Se presentaba, entonces, un derbi como cualquier otro en Tercera División, pues son muchos los conjuntos de la ciudad de Oviedo que compiten en la misma categoría. Pero es posible que éste, especialmente, creara precedente. Se convirtió en la primera vez que los aficionados veían jugar a su equipo fuera de casa desde su propio estadio. Muy extraño, pero tratemos de explicarlo contando algunos antecedentes.

El Oviedo Astur o ACF Oviedo se convirtió en el equipo fomentado por el ayuntamiento de Oviedo, y más concretamente por su alcalde Gabino de Lorenzo, para hacer desaparecer los 78 años de historia del Real Oviedo, debido a sus graves problemas económicos. Para ello, incitó a los seguidores de su partido, el Partido Popular, a hacerse socios de este nuevo equipo, que contaría con todo el apoyo económico y logístico del ayuntamiento. Pero los seguidores del deprimido Real Oviedo no dejaron nunca de lado al club, se abonaron en masa, y llegaron a los 10.500 abonados en un equipo de Tercera División. Los aficionados colaboraron con todo tipo de métodos para solucionar la grave crisis financiera, organizando rifas, montando mercadillos de equipaciones antiguas del Real Oviedo, ofreciéndose voluntarios a cuidar las instalaciones, etc.

Por todo ello, el derbi ya se presentaba bastante tenso. La directiva del ACF Oviedo no vendió entradas a la directiva del Real Oviedo para poder presenciar el partido en el Estadio Hermanos Llana, situado a tan solo 100 metros del Estadio Carlos Tartiere. Por ello, la reacción de las peñas fue clara. Decidieron abrir el Estadio Carlos Tartiere, y desde allí, y pagando una entrada simbólica, podrían seguir el partido desde la lejanía. Nada menos que 7.000 espectadores armados con sus pancartas y sus habituales cánticos se agolparon en las escaleras y los vomitorios del norte del Estadio, hacia donde se situaba el campo del ACF Oviedo, que solo registró una entrada de 700 espectadores. El Real Oviedo consiguió imponerse a su rival por un resultado de 1-3, provocando que las tres cuartas partes de los aficionados se marcharan contentos a sus casas. Era la primera vez en España, y quizás en el mundo, que los aficionados pudieron ver a su equipo jugar fuera de casa desde su mismo estadio.
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