La tormenta de Salvador de Bahía se llevó por delante la estrella de España (1-5) en su debut en el Mundial de Brasil, desdibujadísimo el combinado de Del Bosque en todas las líneas, especialmente en defensa, y completamente roto después de encajar el tercer gol. El baño en la segunda parte fue incontestable, muy superior Holanda en el plano físico, pero lo peor es que la derrota dibuja un camino horrible para España porque tendrá que ganar los dos próximos partidos para llegar a unos octavos de final donde sorpresa mayúscula espera Brasil.
La caída del trono suele ser traumática para cualquier campeón. Le sucedió a la Francia de Zidane en aquel Mundial de Corea y Japón en el que defendían la corona y se marcharon a casa sin lograr marcar ni un solo gol en la primera fase. A pesar de que en los últimos tiempos se han multiplicado las voces, aquí y allí, que señalan el inicio del fin del ciclo ganador de España, nadie llegó a imaginar que la campeona del mundo pudiera recibir un sopapo de tal magnitud a las primeras de cambio en su debut frente a Holanda.
El estreno fue nefasto para España, cruel por el resultado y descorazonador por las sensaciones. Cinco goles en contra para empezar, casi el doble que los encajados en todo el Mundial de Sudáfrica. No funcionó nada. No hubo grandes destellos de magia, el equipo se rompió a los sesenta minutos y la defensa, fundamental en este ciclo irrepetible, fue un coladero. Para colmo Casillas firmó uno de los peores partidos de su carrera. Fue en definitiva una noche para olvidar de España, que se marchó del Arena Fonte Nova deprimida, mirando al suelo, todavía preguntándose por los motivos del naufragio.
España cayó en la trampa de Louis van Gaal, excelente el futuro técnico del Manchester United en la pizarra, que preparó una auténtica emboscada. Resulta irónico que esta Holanda, alejadísima de la filosofía de fútbol total de la oranje de los setenta, haya encontrado un camino directo a la gloria: el utilitarismo de van Marwijk estuvo muy cerca de triunfar en Sudáfrica, y el actual combinado, algo más ambicioso con van Gaal en el banquillo, parece candidato a todo en Brasil. Los holandeses redujeron el partido a veinte metros en los primeros minutos, con la defensa muy adelantada y con una presión enorme sobre la salida natural del balón de España: Busquets y Xabi Alonso. Del Bosque, por su parte, apostó por la continuidad con un once reconocible, incluidos ocho héroes de Johannesburgo, sin grandes revoluciones más allá de la anunciada entrada en el equipo de Diego Costa, abucheado por una grada local que no le va a perdonar su huida a la selección española.
Aunque los campeones del mundo dominaron el primer tramo del partido, algunas jugadas señalaron ya ciertas carencia de España. A los siete minutos Sneijder aprovechó un error de Jordi Alba para ganar la espalda a los centrales y plantarse solo ante Casillas, que sacó una mano mágica para evitar el gol. El agujero en la defensa era evidente, pero la selección española iba a borrar cualquier atisbo de pesimismo minutos después con una jugada en el centro del campo gestada por Iniesta, Silva y un enorme Xavi que puso un balón fascinante a la carrera de Diego Costa. El todavía delantero rojiblanco recortó dentro del área y se fue al suelo para forzar un penalti como mínimo dudoso. Xabi Alonso no perdonó. Pero aquello no era más que un espejismo.
El derrumbe comenzó al filo del descanso. Silva perdonó el segundo gol para España al intentar picar un balón sobre el portero después de un brillantísimo balón de Iniesta. El error le iba a costar carísimo a la campeona del mundo porque instantes después iba a llegar el empate con un golazo tremendo de van Persie, que se tiró en plancha para rematar de cabeza casi desde la frontal un balón aéreo desde la izquierda de Daley Blind, el comodín de van Gaal, que se marcó un partidazo al encontrar vía libre por el carril izquierdo. Nadie presionó el centro, la defensa falló estrepitosamente en el marcaje de van Persie y Casillas se vio sorprendido a media salida. El empate fue un mazazo para España, que ya no se iba a levantar.
Holanda dominó con soltura tras el descanso. Arjen Robben se tomó por fin la venganza ante Casillas poco después de la reanudación, al cazar otro pase de Blind en la frontal del área con un magnífico control y zafarse de los zagueros españoles. El aura de Íker había desaparecido. España, agarrotada, jugaba sin norte ante un equipo crecido, consciente de su superioridad física. Del Bosque intentó buscar la reacción de España con un doble cambio que apenas cambió las cosas. Tampoco fue la noche del seleccionador.
El tercer gol de Holanda resultó letal para España. Llegó, de nuevo, en un balón aéreo con una falta desde la frontal. Casillas fue incapaz de llegar al balón, en parte por la evidente falta de van Persie que no vio el árbitro, y De Vrij remató sobre la línea. La derrota se transformó poco a poco en humillación, una cruel venganza de Holanda a ese gol de Iniesta en Johannesburgo que decidió un Mundial. A los setenta minutos llegaría el cuarto gol de Holanda por culpa de un lamentable error de Casillas, que se enredó con el balón en los pies y regaló la pelota dentro del área a van Persie. El naufragio era absoluto.
Robben cerró el marcador con una enorme carrera que sacó los colores de Sergio Ramos. La falta de chispa de los jugadores españoles fue especialmente alarmante porque los chilenos exigirá tanto o más que los holandeses. Roto el equipo por completo, Holanda todavía erró un par de ocasiones que podrían haber aumentado todavía más un marcador que todavía complica más las cosas a los de Del Bosque porque en caso de empate tiene las de perder por la diferencia de goles. De la noche a la mañana Brasil se ha convertido en una pesadilla para España. Los campeones han perdido su estrella.
España Casillas; Azpilicueta, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Xabi Alonso (Pedro, m. 62), Busquets; Silva (Cesc, m. 77), Xavi Hernández, Iniesta; Diego Costa (Torres, m. 62).
Holanda Cillessen; Janmmat, De Vrij (Veltman, m. 77), Vlaar, Indi, Blind; De Guzmán (Wijnaldum, m. 62), De Jong; Sneijder; Van Persie (Lens, m. 79), Robben.
Árbitro: Rizzoli (Italia). Amonestó a De Guzmán, De Vrij y Casillas.
Goles: 1-0, m. 27: Xabi Alonso, de penalti, raso y colocado. 1-1, m. 44: Van Persie, de cabezazo bombeado. 1-2, m. 53: Robben, con un buen control y un regate a Piqué, culminado con un tiro por el centro. 1-3, m. 65: De Vrij, de cabeza, tras falta clara de Van Persie sobre Casillas. 1-4, m. 73: Van Persie, en otro error de Íker. 1-5, m. 80: Robben, en una escapada. fulgurante que deja seco a Ramos, regatea a Casillas y fusila la goleada.