Mundial Brasil 2014 — 15 de junio de 2014 | 14:49

Pirlo, otro arquitecto en el Amazonas

Italia doblega a Inglaterra (2-1) en un espléndido partido con Andrea Pirlo como director de orquesta y un sublime Antonio Candreva

Un texto de

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El corazón de Manaos, en plena selva tropical, esconde una joya arquitectónica inspirada en La Scala de Milán, majestuosa por dentro y por fuera, levantada por el arquitecto italiano Celestial Sacardim durante la fiebre del caucho como lugar de encuentro de la nobleza portuguesa. Después de más de una década de obras, el Teatro Amazonas abrió sus puertas en 1896 adornado con azulejos, alfombras y telones de terciopelo parisinos, mármol italiano para las escaleras, estatuas y columinas y una treintena de lámparas de vidrio veneciano. Rayos de lujo en un lugar imposible.

Un siglo después otro arquitecto italiano, de nombre Andrea, volvió a iluminar el corazón del Amazonas. La infinita magia de Pirlo resultó fundamental para el triunfo de la Italia de Prandelli en su debut en el Mundial de Brasil ante una notable Inglaterra en un partido inmenso, espléndido el derroche de dos selecciones enormes bajo el calor y la intensísima humedad de Manaos. A pesar de no aparecer entre las favoritas, siempre un escalón por debajo de Brasil, España, Argentina o Alemania, a la hora de la verdad Italia siempre compite. Es una virtud admirable para un equipo que se ha renovado por completo desde el desastre de Sudáfrica gracias al atrevimiento de Cesare Prandelli y al talento de Andrea Pirlo, pieza central de un discurso valiente, con el balón por bandera, alejadísimo del estereotipo tradicional del «catenaccio».

Los italianos completaron el 92,2 por ciento de los pases que intentaron ante Inglaterra, el mayor porcentaje de cualquier selección en un Mundial desde 1966, reflejo de ese estilo implantado por Prandelli, uno de los tipos más sensatos del fútbol italiano, quizás el único capaz de domar al espíritu libre de Mario Balotelli. Recibe todos los piropos posibles en Italia por su mano izquierda y su habilidad en la pizarra que, por ejemplo, desnudó a la temible Alemania en la pasada Eurocopa. Después de la Confederaciones dijo que necesitaría gladiadores para jugar el Mundial por la enorme exigencia física. «Tengo el sueño de ganar la Copa del Mundo usando siete formaciones diferentes en siete partidos», explicaba hace unas semanas.

Los cambios en el esquema son una norma con Prandelli, mucho más en Brasil por las lesiones de Montolivo y De Sciglio que condicionaron el dibujo ante Inglaterra. Ante la adversidad, el seleccionador italiano optó por proteger más que nunca a Pirlo a través de un brillante De Rossi. Como escuderos, además, Marchisio y el jovencísimo Verratti, que se marcó un partidazo. La libertad para el arquitecto fue total. Pirlo, que no es el jugador más rápido del planeta, ni el más fuerte, pero quizás sí el más inteligente, leyó a la perfección su papel. Dirigió al equipo con un repertorio increíble de pases -103 ejecutados sobre 108 intentos- sin llegar a arriesgar jamás la posesión y destrozando con su visión una y otra vez la medular inglesa. La exhibición de Pirlo no acabó ahí, sublime también sin balón, inteligentísimo al economizar sus esfuerzos sin pegarse una carrera de más y a la vez siempre cerca de la pelota para dirigir el juego. Su gesto en el primer gol fue exquisito al dejar pasar el balón para el disparo desde la frontal de Marchisio. Y su inquietante lanzamiento de falta en el descuento estuvo a un palmo de poner la guinda perfecta a su noche.

Andrea Pirlo: 103 pases completados, 5 incorrectos

Mapa a de los pases de Andrea Pirlo durante el Italia-Inglaterra

Más allá de Andrea Pirlo, Italia demostró tener argumentos para la esperanza. Primero por la confirmación de Darmian como carrilero en la derecha, acertadísimo en sus incorporaciones al ataque, pero también por el notable partido de un Mario Balotelli espléndido en sus movimientos y decisivo con un gol que nació de las botas de un gigante Antonio Candreva. El futbolista de la Lazio, un artista por la derecha, pareja de baile perfecta para Darmian, dio una exhibición, siempre incisivo con el balón en los pies, inteligente en los desmarques y entregado a la causa en la defensa.

La noche de Manaos, en definitiva, vino a demostrar que, un siglo después, la arquitectura italiana sigue de moda en la selva tropical del Amazonas. Son los últimos destellos de un imperial Andrea Pirlo que, a sus 35 años, agota sus últimos destellos de magia en un Mundial. Habrá que disfrutarlo.

Primer gol de Italia: Marchisio

Segundo gol de Italia: Balotelli

Segundo gol de Italia: Balotelli

Víctor Pérez

Víctor Pérez es periodista. Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, fundó en 2001 FIFA-Champions para organizar torneos internacionales online del popular videojuego de EA Sports. Desde 2003 trabaja en el desarrollo de esta web como plataforma de información deportiva, que ha llegado a tener su propia revista interactiva, radio online y foros con una comunidad de más de 10.000 miembros. Durante los últimos tres años ha trabajado en la sección de deportes del diario ABC

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