El Barça firma el mejor partido de la temporada con una goleada al Sevilla. Messi volvió a estar superlativo y Villa recobró la identidad perdida. Ambos marcaron dos tantos en una fiesta a la que también se quiso sumar Alves.
Era el día perfecto para demostraciones. Mirando al exterior, el máximo rival había conseguido los 3 puntos remontando al Hercules, y ajustando el prisma y ya en terreno propio, varios eran los temas a analizar. ¿ Verían por fin los aficionados cules un partido de sobresaliente?¿ Callaría Villa a los que dudan de su instinto?
¿ Mantendría Messi el duelo con un Cr9 imparable?
Sin mas peso sobre su espalda que el de su propia exigencia salio firme el campeón. Sin dar un solo segundo a los que dudan ni un mínimo margen a los que sentencian, se apresuró a dejar claras todas esas incógnitas resolviéndolas a su favor. Vivir de los recuerdos no funciona pero si es conveniente que permanezcan en la memoria para valorar los éxitos del presente. Esa es la dinámica de este equipo: sabe lo que tiene que hacer para ser feliz.
Guardiola pudo por fin poner sobre el cesped a sus mejores hombres, a ese once que por algo llaman “de gala”. Con Xavi recuperando el timón es más fácil encontrar el camino de la victoria. Una senda en la que Gregorio Manzano apenas puso trampas o si lo intentó fracasó. Con Capel, Perotti, Romaric, Kanoute, Renato y Luis Fabiano, la apuesta ofensiva era clara pero insuficiente. El sevilla fue la víctima perfecta para un Barça arrollador y contundente, dispuesto a dictaminar su ley desde el primer minuto. Con todas sus lineas funcionando a la perfección y con un ilusionista como Messi inventando trucos por doquier el Barça es imparable. Precisamente de las botas de Leo llegó el primer gol tras una gran jugada de Pedro. El tinerfeño, dueño ya de la banda izquierda, estuvo a un gran nivel provocando además la expulsión de Konko al final de la primera parte.
Antes Villa había intuido que era el día idóneo para conseguir su instantánea favorita. La foto del gol. Y en su mejor noche como azulgrana pudo disparar su particular cámara en dos ocasiones. La primera con una postal para enmarcar. No ha desconfiado el guaje nunca de su capacidad goleadora y si alguien lo ha hecho por el, ha empezado a dejar claro que ha cometido un error. Villa no solo hace lo mas importante en un delantero, marcar, sino que se asocia y participa del juego combinativo del Barça. Un juego que ayer conoció en su máxima expresión porque volvió la presíon, la rapida circulacion del balón y el arte del desmarque.
La segunda parte fue coser y cantar para el Barça en un guión previsible sino llega a ser porque Alves aprovechandose de un garrafal cabezazo de Romaric marcó el tercero. El brasileño con un poco de teatro de por medio no quiso celebrar el tanto. Messi y Villa se repartieron los otros dos como los aliados que comparten la gloria. El Barça esta de nuevo en el paraiso.