El reinado del Barça no parece estar en peligro. Los de Pep Guardiola vencieron sin excesivos problemas al Real Madrid en el Bernabéu y tienen todo a favor para conquistar la Liga.
Los tantos de Pedro y Messi decidieron un clásico en el que el Real Madrid no estuvo a la altura del equipo azulgrana. No hubo actuaciones estelares ni galácticas; simplemente ganó el mejor equipo sobre el césped. Y, hoy por hoy, sigue siendo el Barça.
La cita era crucial. No por definitiva (aún quedan siete jornadas por disputarse) sino porque iba a poner a cada equipo en su lugar. El Barça de Pep Guardiola, brillante la temporada anterior (con 2-6 en el Bernabéu incluido) llegaba como segundo en la tabla y con pequeñas dudas a lo largo de una Liga que, sin embargo, se han ido disipando con resultados tanto en competición nacional como la doméstica.
Por contra, los de Pellegrini llegaban con la intención -y posibilidad- de dar un golpe de efecto en el fútbol español. Una victoria podría suponer el principio del fin del reinado culé. Pero nada más lejos de la realidad: la distancia entre los dos todavía es importante. Y suficiente como para decidir duelos directos.
Guardiola y Pellegrini pensaron más en el rival que en su propio equipo con las alineaciones. Pep puso a Dani Alves como extremo derecho, lo que le restó recorrido y capacidad de sorpresa y renunció -en parte- al estilo de este Barça. El centrocampismo. El ingeniero chileno apostó por Gago y dejó fuera de la convocatoria a Granero. Toda una declaración de intenciones. E intentó sorprender con Marcelo como falso volante. Pero no funcionó.
De hecho, la primera parte estuvo bastante igualada. Ambos equipos sí que trabajaron bien en defensa y se obligaron a jugar el encuentro en apenas 30 metros. El Barça tenía mayor posesión, pero con menos presencia intimidatoria que en otros partidos. Y el Real Madrid, que agobió notablemente la salida del balón del Barça, no supo aguantar las posesiones. Al centro del campo blanco le quemaba el balón en los pies.
El partido tomó un preocupante tono gris que se vio acentuado con una sangría de tarjetas de Mejuto que estuvo cerca de desequilibrar el choque. Y entonces conectaron Xavi y Messi para cambiar el rumbo y color del choque. La pared fue sublime y acabó con la definición perfecta de Messi, que hizo su séptimo gol al Real Madrid. Leo no falla.
Desde entonces, el Barça estuvo más cómodo que el Madrid. Navegaba con viento a favor y no tuvo que capear temporales antes del descanso. El gol tocó moralmente al Real Madrid, que confiaba -quizás demasiado- en sus posibilidades.
El técnico culé movió las piezas del once al inicio de la segunda parte. Alves se retrasó, Puyol pasó a la banda izquierda y Maxwell al centro del campo. La versión azulgrana parecía más natural. Y jugó relativamente cómodo en casa de su máximo rival. No hubo presión ni intento de remontada épica como sucedió ante el Sevilla.
Y es que los blancos dejaron de creer con el segundo gol culé. Xavi inventó un camino para el balón y Pedro lo recogió para batir a Casillas en el mano a mano. La distancia les pareció demasiado larga a los futbolistas blancos, que comenzaron también a notar el trabajo físico de la primera mitad.
Guti entró por Marcelo. El ’14’ le dio más creatividad al centro del campo y en una de sus primeras jugadas dejó el balón en bandeja a Van der Vaart, que no supo anotar ante un sobresaliente Valdés. Guardiola colocó entonces a Iniesta, que devolvió la superioridad culé al centro del campo.
Luego entraría Raúl por Van der Vaart y Benzema por Higuaín. Ni el argentino ni la grada entendieron éste último cambio. Pellegrini vio demasiado peligro a las contras azulgrana y no quiso arriesgar quitando uno de atrás. De hecho, estuvo más cerca el tercero del Barça que el primero del Madrid.
Entregó la cuchara un Real Madrid tocado y hundido ante un Barça con aires de suficiencia. Esta vez no chorreó, pero si demostró la distancia entre los dos equipos que apunta a ser suficiente como para decidir una Liga. Y aún le queda luchar por revalidar la Champions. Mientras, a los blancos sólo les queda esperar dos fallos blaugranas que les permitan pensar en una remontada épica.
Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Raúl Albiol, Garay, Arbeloa; Gago, Xabi Alonso, Marcelo (Guti, m.57); Van der Vaart (Raúl, m.69); Cristiano Ronaldo e Higuaín (Benzema, 79).
Barcelona: Víctor Valdés; Puyol, Pique, Milito (Márquez, m.79), Maxwell (Iniesta, m.63); Keita, Busquets, Xavi; Dani Álves, Pedro y Messi.
Goles: 0-1, m.32: Messi. 0-2, m.56: Pedro.
Árbitro: Mejuto González (colegio asturiano). Amonestó a Xabi Alonso (13), Raúl Albiol (30), Sergio Ramos (61) y Garay (83) por el Real Madrid, y a Messi (19), Xavi (30), Dani Álves (39), Maxwell (51) por el Barcelona.
Incidencias: encuentro correspondiente a la 31ª jornada de Primera División disputado en el estadio Santiago Bernabéu, lleno
(79.500 espectadores). Se guardó un minuto de silencio por los fallecidos en el accidente aéreo en Smolensko (Rusia), entre los que se encontraba el presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y el del Comité Olímpico Polaco, Piotr Nurowski.