Fútbol Internacional, Noticias del Día — 19 de abril de 2011 | 11:47

La MLS no entiende de dólares

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Por todos es sabido el poder que el dinero tiene en el fútbol. En la actualidad, con los problemas financieros que atraviesan las ligas europeas, son solo un grupo de elegidos pueden hacer grandes gastos y permitirse pagar a sus jugadores grandes sueldos, lo que hace aumentar las distancias con los más pobres. El factor financiero es uno de los causantes de que equipos de Europa del Este compitan en Europa al nivel de los grandes o de que equipos como el Oporto ganen las ligas sin perder ni un solo partido.

Mientras la UEFA intenta tomar medidas para intentar reducir las distancias financieras entre los equipos de sus ligas, hay una competición que, pese a estar en crecimiento en lo deportivo, es revolucionaria en temas financieros, abogando por la equidad entre todos los equipos de su liga: La Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos. Los grandes deportes de EEUU han destacado siempre por ser únicos en temas salariales y financieros, y en el caso del fútbol no iban a ser menos. El sistema de salarios y fichajes de la MLS busca proteger la competición y que exista una excesiva diferencia entre los equipos. Todo para asegurar el espectáculo.

La primera diferencia que se encuentra entre el futbol estadounidense y el europeo es la organización. Los equipos -como es costumbre en tierras americanas- son franquicias: combinados que pueden cambiar de ciudad según se le antoje a sus dueños.  En realidad, los organizadores de la MLS son los dueños de los equipo. Así tratan de imponer normas que buscan el beneficio económico para todos por igual. Algo muy distinto a lo que sucede en Europa, donde cada presidente busca lo mejor para su club. Así, en la MLS todos los equipos nadan hacia la misma orilla, repartiendo los derechos televisivos de forma equitativa y buscando que todos tengan las mismas posibilidades a la hora de fichar.

No hay más que rastrear las normas de la MLS para entender que allí el fútbol se ve de otra manera. En Estados Unidos los jugadores pertenecen a la Liga y no a los equipos. El contrato lo realizan con la Liga por lo que a la hora de la venta a conjuntos extranjeros, el dinero recibido se reparte entre todos los equipos de la MLS. Así consiguen que las diferencias financieras sean mínimas y hacen a los equipos más competitivos.

En aspectos salariales también se busca la igualdad. Todos los equipos tienen un tope salarial -el mismo para todos- que no pueden superar en sueldos para sus futbolistas. La llegada de jugadores como Beckham, Henry y otros muchos hizo que la MLS aprobara una nueva norma por la que hasta 3 jugadores por equipo pueden superar este tope.

La medida se impuso para hacer posible la llegada de jugadores de primer nivel que hagan crecer a la competición. Además, como en otras ligas como la NBA o la NFL, también existe el “draft”. Todos los años los equipos pueden contratar a jugadores universitarios en orden -con ligeras variaciones- contrario a la clasificación de la temporada anterior. Así, los peores equipos pueden hacerse con las mejores promesas para acercarse a los primeros del país. Todo por el espectáculo. Y por el bien del fútbol…

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