Noticias del Día — 27 de septiembre de 2009 | 20:01

El Sevilla se come al león y devuelve al Athletic a su realidad

Un texto de

El Sevilla aterrizaba en San Mamés con la espina clavada de lo sucedido el año pasado en las semifinales de la Copa del Rey (3-0). El Athletic pasó por encima de los andaluces como una apisonadora y eso a los de Jimenez no se les olvidaba. Prometía el encuentro de la catedral y no defraudó a ninguno de los presentes, sobre todo, a los aficionados sevillistas.

 

El partido arrancó  eléctrico. En los primeros tres minutos Negredo y David López ya habían pisado con peligro el área rival, pero el primer regalo local desequilibró lo que apuntaba hacia una batalla bastante más nivelada.

Renato fusiló a Irazoz en una falta lateral desde el borde izquierdo del área después de que el portero navarro colocara a Susaeta como única oposición en la barrera y le regalara el primer palo. El golpe dejó conmocionado al Athletic, que sin embargo no se olvidó de combinar para tratar de acercarse a la portería de Palop, sobre todo por una banda derecha a través de Susaeta.

Una doble ocasión de Toquero y Llorente, abortada con acierto por Palop, llevó la esperanza a la grada, pero era evidente que no era el día de los rojiblancos. Un nefasto despeje de Amorebieta dejó el balón a los pies de Capel, que avanzó unos metros y metió un pase interior a Negredo para que el ariete madrileño marcara con calidad el 0-2.

Los de Manolo Jiménez enfriaron el partido al tiempo con su inconfundible estilo al tiempo que el Athletic daba arreones a la desesperada con un juego directo precipitado e impreciso que le dio como único rédito un remate de chilena de Gurpegui que salió alto.

Por si era poco el castigo, en la tiempo extra de la primera parte, Kanouté le dio la puntilla al Athletic. Iraizoz no supo bloquear el golpe franco botado por Negredo y el malí, muy atento, solo tuvo que empujar para marcar el 0-3. Caparrós dio entrada tras el descanso a Muniain y Yeste y el equipo lo agradeció, con un par de aproximaciones, una de ellas culminada por Llorente con un bonito remate a la media vuelta. Pero la expulsión de Amorebieta, antes de cumplirse los diez minutos de la reanudación, cercenó el amagó de reacción bilbaína.

Con superioridad numérica, el partido ya fue coser y cantar para el equipo andaluz. Los de Jiménez tocaron la pelota a su antojo, se gustaron frente a un contrario incapaz y ampliaron incluso el marcador después de que Jesús Navas aprovechara un pase interior para cruzar con un derechazo a media altura.

De esta manera acabó  el choque, en el que el Sevilla se subió al tren de la liga para los que lo dudaban y puso en su sitio a un Athletic que había vivido en una nube hasta hace pocos días.

 

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