Noticias del Día — 25 de septiembre de 2009 | 8:44

El Sporting salva los muebles con un punto

Un texto de

Foto: Diario AS

Los rojiblancos llegaban a su encuentro del Molinón con la consecución de un punto en Valencia frente a los de Emery. Mientras los aragoneses se plantaban en tierras asturianas con la derrota en casa ante el Valladolid y con la espada de Damocles sobre la cabeza de Marcelino.

 

Poco le preocupaba eso al de Careñes y sí las diez bajas que tenía su equipo para la disputa del choque.

Sin embargo, sobre el tapete parecieron más las bajas del conjunto dirigido por Manolo Preciado que del Zaragoza.

 

El encuentro arrancaba con una clara ocasión de Luis Morán que en zona de ataque rojiblanco lanzaba una vaselina que se iba rozando el palo de la portería del conjunto aragonés. Fue un espejismo. El Zaragoza con dos remates de cabeza, el primero de Abel Aguilar y el segundo de Pavón puso en aprietos a Juan Pablo y avisó de paso de que no venían a Gijón de paseo. Los maños vieron como el árbitro les anulaba un gol tras una clara falta de Ayala pero siguieron controlando el medio del campo. Sin embargo, la suerte se puso del lado de los rojiblancos y en una jugada en la que Diego Castro robó el balón en el centro del campo y disparó con potencia desde lejos, el balón tocó en Ayala y despistó a Carrizo, quien vio como el esférico le superó, sin que pudiera hacer nada. Así Se iban a la caseta los veintidós protagonistas.

Tras el descanso el Sporting volvió a ser víctima de sus habituales errores en las jugadas a balón parado, en esta ocasión fue un córner que remató el colombiano Abel Aguilar superando a toda la zaga local, aunque Gregory protestó airadamente, por haber sido objeto, presuntamente, de una falta, lo que además le supuso que el árbitro le mostrase tarjeta amarilla.Volvieron los minutos de imprecisiones por parte de los gijoneses que perdieron el balón con mucha facilidad lo que hizo crecerse al Zaragoza que llegaba con facilidad a las inmediaciones del área local con internadas por ambas bandas. Luis Morán se internó por velocidad entre los dos centrales y fue derribado por Ayala al borde del área ganándose la tarjeta amarilla pero el Sporting no aprovechó una inmejorable posición para una falta directa que Bilic estrelló sobre la barrera.

Preciado decidió  dar entrada a Barral por un inoperante De las Cuevas, un cambio que los aficionados llevaban pidiendo ya varios minutos, pero eso no cambió el panorama, con un Zaragoza mandón y un Sporting sin creación y confiado a una chispa de alguno de sus atacantes.

En una de las ocasiones en las que los locales hilaron una jugada el balón acabó en córner y el centro en la cabeza del francés Gregory que envió el balón sobre el cuerpo de Carrizo prácticamente en la línea de gol. La réplica llegó en una internada de Songóo que centró sobre la llegada de Babic, quien mandó el balón a las nubes cuando también se encontraba solo.

Llegaron minutos de agobio para ambas porterías que los porteros resolvieron con apuros, como lo hizo Carrizo a disparo fortísimo de Diego Camacho, pero cuando el reloj se acercaba al final el Zaragoza se adueño del balón y puso cerco a la portería local con un Sporting que apenas salía de su medio campo.

Al final reparto de puntos pero con un Zaragoza que sale de El Molinón con la sensación y el pensamiento de su técnico de que podía haber logrado la victoria ante un Sporting que no jugó ni mucho menos al nivel que lo hizo ante el Almería ni siquiera en Valencia el pasado domingo y que, cosas del fut bol, salvo los muebles con un empate que para muchos sabe a victoria.

Al término del encuentro Gregory fue de nuevo a protestar al árbitro y este le mostró una segunda tarjeta amarilla por lo que el central sportinguista se perderá el partido del próximo domingo en Pamplona.

 

Print