Noticias del Día, Opinión — 14 de septiembre de 2010 | 8:49

La figura del líder

Un texto de

El papel de un ídolo dentro de un club es en ocasiones positivo, revulsivo, mediático. Sin embargo, en otras el papel de líder llega a situaciones que se salen de la normalidad.
Cristiano Ronaldo es criticado por su elevada competitividad, por su compromiso dentro y fuera de los terrenos de juego. Él quiere ganar siempre, él se cree el mejor futbolista del mundo y por ello es criticado, silbado, y en ocasiones insultado sin causa alguna. El rendimiento deportivo en su primera temporada como futbolista del Real Madrid CF dejó evidencia de su potencial físico y deportivo (26 goles en Liga y 7 en la Liga de Campeones), lo que le excusa de muchas actuaciones que en ocasiones rozan la prepotencia o el narcisismo.

Ayer en rueda de prensa el futbolista luso dejó el titular deseado por cada uno de los periodistas que estaban presentes en la rueda de prensa de la Ciudad Deportiva de Valdedebas. En vez de silbar podrían animar. Duras declaraciones de uno de los símbolos del madridismo en contestación a los silbidos que se dejaron escuchar tras el pitido del colegiado que señalaba el descanso del Real Madrid – Osasuna del pasado sábado.

Los socios tienen derecho a aplaudir, criticar o silbar al cualquiera

Sin duda, unas declaraciones que han levantado ampollas. Los medios han obtenido el jugo necesario para rellenar el contenido de páginas y páginas, y sobretodo ha sido tema universal en centenares de tertulias, debates, en los que Cristiano Ronaldo vuelve a ser el tema de conversación, y esta vez por algo extradeportivo.

Yo no soy socio del Real Madrid CF, ni tampoco de ningún otro equipo, pero sí hay algo que es cierto, inexpugnable. El socio de cualquier equipo ofrece sus capitales, ofrece su sueldo, jornal o cualquier otro tipo de salario a las arcas de un equipo por el hecho de amar unos colores. A partir de ahí ellos forman parte material de sus respectivos clubes y por ello tienen el firme derecho de aplaudir, criticar, silbar o comerse un bocadillo de cualquier cosa. Son elementos partícipes de un proyecto deportivo y en casos como el de Cristiano Ronaldo parten con toda la ventaja existente.

Cristiano Ronaldo. Todo el potencial deportivo que le convierten en uno de los mejores futbolistas del mundo, sino el mejor, en ocasiones se equipara a una personalidad que deja que desear.

Evidentemente tiene todo el derecho también de expresar una opinión, pero un futbolista de su talla, de su poder mediático, de su determinación durante un encuentro, debe saber controlar las declaraciones que pueden crear cenizas, que pueden exaltar a la opinión pública y sobretodo a su propia afición, a sus propios socios, que al fín y al cabo son quienes ayudan a que cobre su importante caché.

Esta vez sí, crack, te has equivocado.

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