Xavi le he dado al pause, su cuerpo ha anunciado el límite y su mente ha percibido el agotamiento. El que para muchos debería ser el próximo balón de oro hizo saltar las alarmas hace unos días en Can Barça cuando comunicó a Del Bosque y a Guardiola que necesitaba un descanso. Sus tendones de Aquiles eran la causa directa y el ritmo agotador de las últimas temporadas el trasfondo de una situación insostenible. Le duele a Xavi y le duele a todos los culés pero también a los amantes del buen fútbol.
La mayoría estarán de acuerdo en afirmar que el de Tarrasa parece mandar un “silencio se rueda” cuando juega y mueve el balón. Su visión de juego y el particular talento que posee le han llevado a dirigir al mejor Barça de todos los tiempos y a una selección española histórica. Un futbolista que lo ha ganado casi todo pero que sigue con la misma ambición que tenía al empezar su carrera. Y quizá haya sido esta la clave de su reflexión porque para mantener ese espíritu es necesario encontrarse bien y Xavi estaba ya al borde del peligro.
Xavi conoce las necesidades de cada escena y la manera de cambiar el escenario con un solo toque de ingenio
Un calendario muy exigente además del compromiso y el grado responsabilidad que ha mostrado siempre, le han llevado a replantarse algo que afectará al nivel del Barça. Desde que debutara en el primer equipo de la mano de Van Gaal ha sido la referencia y la seña de identidad de un modelo de juego paradigmático. Relevó al que era su ídolo, ahora entrenador Pep Guardiola, asumiendo un rol importante y conservando lo que empezaba a hacer especial a este equipo.
Un modelo dentro y fuera del campo, así es Xavi Hernandez. Disciplinado y brillante, es el perfecto director porque conoce al detalle el guión, las necesidades de cada escena y la manera de cambiar el escenario con un solo toque de ingenio. Por eso es el cerebro del conjunto azulgrana, el que seduce cuando juega y al que se añora cuando falta. Alguien indispensable por su singularidad. Se habla de Messidependencia pero la verdad es que cuando no esta el seis, sus compañeros echan de menos sus pases profundos y su capacidad organizativa. Pero sin duda, el que tiene un problema ahora es Guardiola que tendrá que resolver de la mejor manera posible este contratiempo.
No puede jugar tres partidos seguidos y tiene que dosificarse
El jugador, ansioso por volver a disfrutar de un deporte que ama, quiso estar el pasado sábado junto a sus compañeros para ayudarles a solventar el difícil partido contra el líder. Y no solo hizo acto de presencia, Xavi sacó una vez más la varita para hacer una pared exquisita con Iniesta y ponerle en bandeja el segundo a su amigo Puyol. Una vuelta fantástica sino fuera porque volvieron las molestias y con ellas la preocupación.
El doctor Cugat, distinguido en el mundo del fútbol ha dejado claro que el catalán no esta para jugar tres partidos por semana. “Xavi conoce muy bien su cuerpo y Guardiola es consciente del esfuerzo que hizo la temporada pasada. Ahora no puede jugar tres partidos seguidos y tiene que dosificarse”, dijo en Ona Fm. De esta manera, el medico también acalló a los que malintencionadamente dudaron de la lesión del centrocampista. Antes su padre, Joaquin Hernandez, se manifestó diciendo que su hijo estaba sufriendo mucho y al limite.
Lo que es incuestionable es que a Xavi hay que cuidarlo como a una “especie protegida”. Es preferible que ahora sus regalos vengan con cuentagotas a que se nos quite de un plumazo el placer de verle jugar. Todos esperamos que el director vuelva en plenas facultades para echar a rodar la pelota como el sabe. Será el momento de las luces, cámara y acción.