El sábado tras la hecatombe acaecida en Alcorcón, el Madrid recibía al Getafe.
El Bernabéu recibió a los suyos con pitos, como era de esperar.
El encuentro arrancó con las dudas habituales por parte del equipo local y con el público dispuesto a no perdonar nada.
Todo esto terminó en el momento en que el árbitro decidió expulsar a Albiol, a partir de ahí los aficionados y el equipo pasan a ser un todo, dispuestos a luchar hasta el final por los tres puntos. Y lo consiguen, eso sí gracias a un Getafe que no fue capaz de estar a la altura. Raza, lucha, fe… De todo eso el club merengue suele ir sobrado, pero no es menos cierto que no deja de ser pan para hoy hambre para mañana. Los problemas siguen latentes a la hora de generar juego, sobre todo cuando debe tomar la iniciativa. Hoy día, es un equipo que se encuentra más cómodo jugando a la contra. El partido ante el equipo azulón lo hubiese firmado el Madrid de Capello o Shuster. Sin embargo, los dirigentes blancos nos han vendido que este año pretendían conseguir otra cosa muy distinta. En otro orden de cosas , me gustaría destacar el papel de Higuaín, un jugador poco valorado desde el primer día, pero con unas condiciones de gran futbolista tremendas. Debe ser sin duda un fijo en el once de gala blanco.
En Pamplona partido complicado para los de Pep. Un campo donde los grandes suelen pasarlo mal, ya que el Osasuna juega esos partidos con una motivación extra. Aún así, no tiene pinta de ser más que un accidente del fútbol, aunque eso lo marcará el pasar de las jornadas. Lo que si se puede achacar a los culés es no haber cerrado el partido antes, ya que tuvo las ocasiones necesarias para ello.
Del resto, despertó el Villarreal. Ya dije hace tiempo que a Valverde había que darle tiempo, el juego no es el esperado pero ya al menos llegan resultados. Tendrán que seguir teniendo paciencia en el Madrigal. El Sevilla por su parte volvió a ganar para continuar a la estela de los dos grandes. El Atlético denotó una cierta mejoría, aunque perdió, mereció llevarse los tres puntos de San Mamés. Quique parece una buena solución para la situación rojiblanca.
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