Decía Bill Shankly que el fútbol no es un asunto de vida o muerte, sino algo mucho más importante que eso. La frase tiene un significado especial en Londres, hogar nada menos que de seis equipos de la Premier League: ninguna ciudad europea ofrece tantos derbis, partidos de alto voltaje entre vecinos, como la capital inglesa. El fútbol, sin embargo, deja su protagonismo este domingo a una pasión mucho menos tradicional: el fútbol americano que tanto encandila al personal al otro lado del Atlántico. Vikings y Steelers juegan en un escenario imponente como Wembley en el primero de los dos partidos que acogerá en esta temporada de la NFL.
La temporada pasada 84.000 personas vieron el Patriots-Rams en Wembley
El «football» regresa un año más a Londres dentro del plan de expansión internacional de la NFL, un negocio gigantesco que factura al año 9.000 millones de dólares y aspira a doblar esa cantidad en los próximos años, lejísimos de los números que manejan las ligas europeas o la Champions League, que apenas recauda 1.100 millones de euros.
La relación comenzó en 2007 y va para largo. La NFL tiene la firme intención de abrirse paso en Europa. Nada de pachangas ni torneos veraniegos: Londres acoge dos partidos de la temporada regular. Y con un calendario tan reducido -17 partidos- sería una osadia no tomarse el viaje como un traslado más. La afición -de momento- acude a Wembley por el espectáculo, no por un equipo en particular, de ahí el abanico de colores en las gradas. Aún así, los datos de asistencia son sobresalientes: la temporada pasada acudieron 84,004 personas a ver el duelo entre Patriots y Rams, más que a ningún encuentro de la Premier League.
Un debate polémico
A Londres viajan aficionados de la NFL de toda Europa
Las dudas sobre la franquicia londinense se multiplican con la aceleración de la expansión internacional de la NFL: esta temporada se jugarán por primera vez dos partidos en Londres, convertido ya en lugar de reunión para los aficionados europeos del fútbol americano que peregrinan cada temporada para ver a los gladiadores del siglo XXI. Según los datos que maneja la NFL la alrededor de 11 millones de británicos simpatizan con el deporte, dato que ha avanzado muchísimo en estos últimos años pero todavía a años luz del nivel de popularidad que tiene el «football» en Estados Unidos.
Roger Goodell, comisionado de la NFL, ya ha adelantado que a medio plazo se jugará un tercer partido en Londres. El debate sobre el establecimiento de una franquicia en la capital inglesa todavía está por celebrarse, pero algunos ya se muestran más que dispuestos. Robert Kraft, dueño de los New England Patriots, confesó la temporada pasada que le gustaría ver un equipo en Londres dentro de 10 años. El movimiento también es del agrado de lospropietarios de la NFL que además poseen un equipo de la Premier League, como Stan Kroeke (St. Louis Rams-Arsenal), Malcolm Glazer (Tampa Bay Buccaneers-Manchester United) y Shad Khan (Jacksonville Jaguars-Fulham), que tiene la intención de que sus Jaguars jueguen en Londres como mínimo un partido al año durante las próximas temporadas.
Un partido descafeínado
Aún así, el público de Londres tiene motivos para vibrar con el choque. Wembley será testigo de las imponentes carreras de Adrian Peterson (1,85m, 98kg), jugador más valioso de la temporada pasada. También de los pases de «Big Ben» Roethlisberger o la espectacularidad de Troy Polamalu. Es tiempo de «football» en Londres.