Fútbol Internacional, Opinión — 15 de septiembre de 2008 | 13:58

Son tiempos difíciles para el ámbito ''rossonero''

Un texto de

Agustín Devoti · FIFAChampions

Segunda derrota liguera del Milán en dos presentaciones. Esta vez, el Genoa desnudó las carencias de un equipo en crisis,  dirigido por un Ancelotti que tiene los días contados en el club italiano. El equipo demuestra semana a semana que la edad de sus figuras le esta pasando factura. Un conjunto que siempre fue admirado por mantener su base, y ser efectivo, ahora parece ser un rejunte de estrellas en el ocaso de su carrera. El 16 de Diciembre de 2007, el Milán se consagraba campeón del mundo, al vencer claramente a Boca Juniors por 4 a 2 en la final del Mundial de Clubes. Con un Kaka' soberbio, los ‘rossoneros’ demostraban su constancia a la hora de afrontar partidos decisivos y se transformaban en el ‘mejor equipo del planeta’ por aquel entonces.

Ocho meses después de aquel superlativo logro, hoy el cuadro de Milán dejó de ser temido y respetado en su país. Primero fue el débil Bologna, quien jugó un gran encuentro en el mismo San Siro dejando a los locales sin nada en su debut liguero, y ante su gente. La nefasta racha se confirmó esta tarde, cuando el Genoa dejó fuera de combate a su rival, y a su histórico técnico en la cuerda floja.

 Se pueden poner varias excusas, eso esta claro, aunque estas no son justificativas del mal momento del ‘mejor equipo del planeta’ hasta en Diciembre de mando. El cambio generacional es un punto en el cual se viene haciendo hincapié en las últimas temporadas, asunto que no se ve beneficiado por dos puntos en específicos. Primero, muchos jugadores de avanzada edad se mantienen en el plantel. Varios supieron ser destacadas figuras, aunque hoy en día demuestran que ‘pasó su cuarto de hora’. Maldini, Kaladze, Nesta, Bonera, o Inzaghi son los casos más notorios.

El otro punto es una mezcla de ineficacia por parte de los dirigentes y una política de fichajes poco entendible: jugadores que llegan al equipo para culminar su carrera, y no para emprenderla. Zambrotta, Abbiati, un Ronaldinho en baja, o casos anteriores como Emerson, entorpecen este procedimiento natural que se debe dar en cada club, un cambio de generaciones que se produzca paulatinamente a medida que pasen las temporadas.

El último tema surge desde el banco de suplentes. Carlo Ancelotti, técnico que supo ganarlo todo con el club, hoy se ve ‘entre la espada y la pared’. Amenazado por los resultados, el DT sigue sin encontrarle la vuelta al equipo. Desde variar las tácticas (recordemos el insólito 4-6-0 que utilizó en pretemporada) a rotar los nombres, especialmente de mitad de cancha para arriba, el ex entrenador de la Juve parece tener su ciclo cumplido al mando del equipo.

 Desde 2001, el italiano puede presumir de tener en sus palmares dos Champions League, un Mundial de Clubes, una liga italiana entre otros logros. Aunque, como sucedió con Rijkaard (un posible sucesor en el cargo) en Barcelona, los ciclos se cumplen, y Ancelotti ya lo ha hecho en el cuadro ‘rossonero’.

‘‘Ancelotti no corre riesgos, pero si deja de perder sería mejor’’, declaraba Adriano Galliani luego de la ultima derrota del equipo. Palabras que no me convencen para nada. Veo a Ancelotti con pie y medio afuera del equipo. Otra derrota podría definitivamente marginarlo del club.

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