Interesante partido el vivido en el Heliodoro Rodríguez López entre Tenerife y Deportivo. Ambos equipos, como comentaba en la previa, llegaban con una serie de bajas importantes, pero eso no afectó a un espectáculo que, aunque el resultado no lo refleje, tuvo tramos muy divertidos de cara al aficionado.
Sin embargo, como suele suceder en estos casos, los entrenadores no estaban tan contentos y mucho menos el perfeccionista Lotina, al que pudimos ver un tanto cabizbajo en las tomas que nos ofrecieron de él.
El Deportivo entró mejor en el partido. Las internadas de Pablo Álvarez y Guardado hacían mucho daño a los laterales del Tenerife y los centros se sucedían uno tras otro con, en ocasiones, sus posteriores despejes a córner. Con la gran cantidad de jugadas a balón parado que hubo, lo extraño es que el Deportivo no marcase, ya que Aragoneses estuvo muy inseguro en todo momento en los balones aéreos.
Poco a poco el equipo “chicharrero” fue cogiendo posesión y ejerciendo de local, de tal manera que los gallegos tan solo llegaban a la portería de los locales a base de segundas jugadas en saques de Aranzubía, recurso que ya pudimos observar en el choque frente al Villarreal y que el míster blanquiazul ha entrenado con insistencia a lo largo de las últimas semanas.
El Tenerife basaba su ataque en un siempre peligroso Kome. Los desmarques de Nino abrían huecos que el extremo aprovechaba a la perfección para quedarse en un mano a mano, con más o menos suerte. Por otra parte, Mikel Alonso parecía tener un imán y distribuía a la perfección todos los balones que le llegaban.
Al volver del vestuario Lotina haría un cambio un tanto extraño, dando entrada a Juan Rodríguez por Lassad. Lo más sorprendente de todo es que el malagueño se situaría prácticamente en la misma posición que el franco-tunecino, acompañando a Riki en la delantera del equipo, por lo que no se rompería el 1-4-4-2 inicial.
Como comentaba anteriormente, era muy extraño que con tantas faltas y saques de esquina, no llegase ningún gol en una jugada a balón parada. Tanto, que tenía que pasar. En un nuevo córner, Colotto hacía el primero de la tarde y de la jornada para el Deportivo. El central deportivista demostró de nuevo que es un gran cabeceador y, a la tercera, libre de marca, logró el tanto que a la postre daría la victoria al equipo visitante.
Ya con el marcador a favor, el míster deportivista buscaría el esfuerzo defensivo y la chispa a la contra del Rodolfo Bodipo. El Tenerife, tirando de casta y animado por su público, presionaría a un Deportivo que bajó sus líneas en busca de defender el resultado y encontrar al contragolpe la velocidad del recién entrado delantero hispano-guineano.
Pero había algo que ahora no funcionaba: las segundas jugadas. El arma principal de todo el partido ya no hacían efecto debido a que con el tanto Juan Rodríguez había retrasado su posición dejando muy solo a Bodipo en ataque. Pero no tardaría en solucionar el error el técnico visitante, sustituyendo a Pablo Álvarez por Mista, recuperando así el sistema táctico habitual. Ahora si llegaba peligro en las contras deportivistas. Los ataques del Dépor eran un dos contra dos entre los centrales del Tenerife y los delanteros del Deportivo.
Si durante unos minutos parecía estar más cerca el empate que el segundo gol visitante, en los últimos minutos pudo matar el partido el equipo gallego, aunque pese a no lograrlo, no sufriría en exceso en los compases finales. En definitiva, nueva victoria del Deportivo y tres puntos trabajados en un campo muy complicado. Racha de tres triunfos consecutivos y, lo que es más importante, la misma cantidad de choques sin encajar goles. El Dépor ha recuperado la solidez defensiva y está acertado de cara a gol; resultado: victoria y a dormir en puestos Champions.
