Fútbol Internacional — 4 de septiembre de 2013 | 10:54

Una Premier League imparable pese a todo

Un texto de

RobertoSoldado

La Premier League sonríe a pesar del adiós de Gareth Bale, la última estrella que hace las maletas rumbo a la Liga española como ya hicieran David Beckham o Cristiano Ronaldo. Los nombres cambian pero el producto se mantiene, encumbrada más que nunca una Premier League que lidera los números de audiencia en todo el mundo y domina con mano de hierro el mercado de fichajes.

[Publicado en ABC]

Los clubes españoles se gastaron 181 millones en 1996 y apenas ingresaron 51

Verano de 1996. La sentencia del caso Bosman excluye a los futbolistas con pasaporte comunitario del cupo de extranjeros y comienza una carrera por fichar a los mejores jugadores de Europa. La Liga sufre entonces una enorme transformación en uno de los veranos más agitados que se recuerdan: el brasileño Ronaldo ficha por el Barcelona, llegan los Mijatovic, Suker, Seedorf, Roberto Carlos y Panucci al Real Madrid y hasta Deportivo o Betis anuncian incorporaciones de primer nivel con Rivaldo y Finidi.

El mercado echa la persiana el 31 de agosto y los equipos de Primera división se gastan en total 181 millones de euros, un récord histórico que está a punto de superar el gasto de la hasta entonces todopoderosa Premier League. Nace «La Liga de las estrellas», un apelativo que perseguirá al campeonato español durante la siguiente década. A nadie parece preocuparle que en ese mismo verano los clubes españoles apenas ingresen 51 millones por ventas de jugadores, menos de la mitad que los clubes británicos.

Éxodo de la clase media española

Los clubes de la Premier han aumentado su gasto gracias al nuevo contrato televisivo

Diecisiete años después el mercado de fichajes retrata dos mundos opuestos. Los equipos de la Premier League han dejado atrás la recesión al superar este verano el récord que establecieron en 2008 al haber desembolsado nada menos que 745 millones de euros, un 29 por ciento más que la temporada pasada. El saldo final arroja unos números rojos que superan los 490 millones de euros, una cifra asumible gracias a la firma del nuevo contrato de los derechos televisivos tanto para la retransmisión en Gran Bretaña como en el resto del mundo, que supone 940 millones de euros al año frente a los 680 que ingresa por ese concepto la Liga, y que la inmensa mayoría va a las arcas de Real Madrid y Barcelona.

El panorama en España es menos esperanzador. Los equipos se han gastado este verano cerca de 400 millones de euros, menos de lo desembolsado por la Serie A italiana y muy cerca de la suma total de los fichajes de la Ligue 1 francesa. Una cifra maquillada por los exorbitantes precios de Gareth Bale y Neymar, que dibujan una realidad paralela para el equipo blanco y el azulgrana. En Inglaterra también hay grandes, pero los cuatro primeros del pasado curso (Arsenal, Chelsea, Manchester City y United) han puesto el 37 por ciento del gasto total de la Premier frente al 60 por ciento que suponen las compras de Madrid y Barça en España.

Los otros 18 equipos de Primera se han visto obligados a vender para cuadrar sus números, saldar deudas con Hacienda y evitar sanciones mayores: los ingresos por ventas ascienden a los 500 millones de euros, cifra récord en Europa, que dejan un saldo positivo de 101 millones de euros. Los números hablan de una realidad que se ha acentuado en los últimos tiempos: la Liga exporta talento al resto de Europa, muy especialmente a una Premier League a la que han volado una treintena de españoles solo este verano: Jesús Navas, Álvaro Negredo, Roberto Soldado, Antonio Luna, José Campaña…

Inmovilismo británico

A pesar de las cifras mareantes, el fútbol no es una simple cuestión de dinero. Lo demuestra la Champions League, que desde el caso Bosman ha viajado seis veces a España frente a los cuatro títulos británicos y los tres de los que pueden presumir tanto italianos como alemanes. La pasada temporada, además, se tradujo en un fracaso mayúsculo para la Premier, incapaz de colar un representante en octavos por primera vez en diecisiete años.

Mientras la competición de clubes es, junto a la Bundesliga, motivo de admiración en el resto de Europa, los ingleses se desesperan ante el pobre bagaje de su selección nacional, que levantó su último -y único- trofeo en el Mundial de 1966. En parte, lo explican por la falta de minutos de los jugadores nacionales en los equipos de la Premier League, eclipsados ante las estrellas foráneas. De cualquier manera, los jugadores ingleses siguen siendo muy reacios a jugar en una liga extranjera. Nada seduce como la Premier.

[Publicado en ABC]

 

Víctor Pérez

Víctor Pérez es periodista. Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, fundó en 2001 FIFA-Champions para organizar torneos internacionales online del popular videojuego de EA Sports. Desde 2003 trabaja en el desarrollo de esta web como plataforma de información deportiva, que ha llegado a tener su propia revista interactiva, radio online y foros con una comunidad de más de 10.000 miembros. Durante los últimos tres años ha trabajado en la sección de deportes del diario ABC

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