Los mejores derbis del planeta — 24 de mayo de 2015 | 11:03

Lazio-Roma, el derbi romano

Un texto de

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En pocos sitios se vive un clásico como en Roma, la ciudad eterna, escenario de una enemistad gigante entre dos vecinos que no se pueden ver. El derbi lo empapa todo en la capital italiana, obligados los romanos desde que tienen uso de razón a escoger un bando para la batalla que se repite cada año. Para Lazio y Roma ganar un derbi significa mucho más que tres puntos, significa reinar en la ciudad hasta la siguiente pelea. Y eso, en un duelo sin un claro dominador, ni histórico ni reciente, son palabras mayores.

Roma es diferente. También para los italianos que la visitan porque incluso para ellos es complicado entender a los romanos, que utilizan un dialecto incomprensible para cualquier forastero. La capital es uno de los lugares más visitados del mundo, pero se encierra en sí misma con un balón de por medio. Cosas del instinto. El derbi entre Roma y Lazio va mucho más allá de la rivalidad deportiva y, por desgracia, en demasiadas ocasiones se convierte en una excusa para la violencia.

Los equipos se odian a muerte desde siempre. Primero nació la Lazio gracias a un grupo de nueve burgueses enamorados del movimiento Olímpico, tanto que eligieron el color azul para vestir al equipo como homenaje a la antigua Grecia y el águila como mascota en recuerdo de las legiones romanas. Su primer estadio fue La Rondinella, ubicado en Parioli, uno de los barrios más exclusivos -entonces y ahora- de la bellísima Roma.

A mediados de los años veinte el movimiento fascista de Benito Mussolini se encontró con un problema: la capital era incapaz de de competir sobre el césped contra los potentes equipos del norte. El poder entendió que parte del problema radicaba en que Roma tenía demasiados equipos (hasta ocho llegaron a coincidir en primera regional), así que presionó a los más fuertes para que unieran fuerzas. Los señalados fueron Lazio, Roman FC, SS Fortitudo-Pro Roma y US Alba-Audace, pero un general de la milicia, Giorgio Vaccaro, logró la bula para la Lazio. De los otros tres equipos nació la AS Roma, en 1927, y con ella la salvaje rivalidad con una Lazio que quedó marcada por no querer sumarse a ese pacto, acusada de no solidarizarse con la causa de Il Duce.

Si la Lazio surgió como el sueño de una burguesía atraída por la antigua Grecia, la AS Roma fue el equipo del pueblo. El fascismo diseñó a la medida del pueblo el equipo, tomó del escudo de la ciudad el rojo y amarillo y como mascota impuso a Luperca, la loba que según la mitología amamantó a Rómulo y Remo. La propaganda a favor de la AS Roma prontó se filtró entre el pueblo, que asimiló a la Lazio como un equipo de burgueses de la periferia. No eran verdaderos romanos y, por ello, comenzaron a dirigirse a sus vecinos como «burini», que se podría traducir como ‘catetos’.

Las tensiones políticas son una constante en el derbi romano, aunque la idiosincrasia de los equipos es tan caótica como la propia ciudad, en constante cambio para no cambiar. El fascismo impulsó la AS Roma y, de hecho, el primer presidente del club fue miembro del Partido Fascista, pero Benito Mussolini -que según dicen apenas entendía de fútbol- pagó dos años más tarde 100.000 liras para convertirse en socio de la Lazio, etiquetada siempre como la sociedad del «establishment» y apegada a la ideología de derechas. Durante algún tiempo los hinchas de la AS Roma se escoraron hacia la izquierda en el espectro político, pero durante las últimas décadas ambas aficiones han caído en la extrema derecha y el antisemitismo, tanto en el césped como en el campo con algunas pancartas indescriptibles.

La lucha en las gradas define también el derbi romano. La guerra de las pancartas es casi única en el mundo porque los ultras estudian durante meses qué consigna puede herir más la sensibilidad del vecino que, mientras tanto, utiliza técnicas de espionaje para jugar con ventaja y responder con un golpe bajo. Así pasó en el célebre derbi de 2001 cuando los hinchas de la Roma mostraron una pancarta para honrar a sus jugadores por la conquista del scudetto. «Mira a lo alto, solo el cielo es más grande que tú», rezaba la pancarta de la curva romanista. Segundo después, al otro lado del estadio, respondían los hinchas de la Lazio. «Tenéis razón, es blanquiazul».

Víctor Pérez

Víctor Pérez es periodista. Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, fundó en 2001 FIFA-Champions para organizar torneos internacionales online del popular videojuego de EA Sports. Desde 2003 trabaja en el desarrollo de esta web como plataforma de información deportiva, que ha llegado a tener su propia revista interactiva, radio online y foros con una comunidad de más de 10.000 miembros. Durante los últimos tres años ha trabajado en la sección de deportes del diario ABC

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